Según YLB la producción es limitada y el objetivo es detectar posibles fallas antes de entrar en la fase de oferta industrial
De acuerdo con la información brindada por Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), la planta estatal de carbonato de lito del municipio potosino de Colcha K, en el sur del Salar de Uyuni, ya “encendió sus equipos”, para producir litio a manera de prueba.
El gerente de Investigación y Proyectos de YLB, Salvador Beltrán, sostuvo que ya se iniciaron las pruebas de producción de litio.
“Hemos logrado el objetivo más importante y más complejo: hacer andar la planta con carga y obtener carbonato de litio”, sostuvo Beltrán.
Remarcó que esta etapa corresponde a la estabilización de la maquinaria que permite al personal de YLB y a la empresa contratista, detectar las dificultades técnicas y hacer las mejoras operativas necesarias para garantizar el funcionamiento óptimo de la factoría.
“Es una etapa en la que necesariamente tenemos que forzar a la planta a que genere errores para hacer las correcciones y luego podamos operarla de manera estándar”, indicó Beltrán.
Analistas consultados por EL DEBER, indicaron que en este inicio de pruebas es pertinente garantizar la provisión de agua y de gas para que cuando llegue el momento de la oferta industrial no se tenga que parar la planta provocando demoras importantes en el circuito de producción masiva.
Diego von Vacano, experto en tema litio, reiteró que estas pruebas se debieron hacer hace un año, “pero ante las fallas y graves errores técnicos que arrastra la planta, la prueba de los equipos se atrasó de forma escandalosa”.
Von Vacano, se mostró desconfiado con el anuncio y remarcó que el ritmo de trabajo de las autoridades bolivianas, es la principal traba para el despegue de la industrial del litio y la llegada y concreción de inversiones extranjeras, que permitan a Bolivia avanzar de forma acelerada y competitiva en el negocio de esta energía alternativa.
Quemando etapas
Beltrán señalo que se prevé que en las siguientes semanas se complete el proceso de estabilización en todo el circuito industrial, para dar paso a la producción de carbonato de litio grado técnico y, más adelante, iniciar la producción de tipo industrial.
“Burocracia y lentitud esas son las características de esta planta industrial que no puede avanzar de forma acelerada a un sistema de producción industrial, sin tener que estar dando tantas vueltas con una producción de prueba o una producción técnica”, criticó Von Vacano.
La construcción de la planta estatal de carbonato de litio se inició en 2019, con el objetivo de cumplir la meta de producción de 15.000 toneladas al año.
Sin embargo, el proyecto se desarrolló de manera pausada, después paralizada, presentando dificultades técnicas desde el diseño original.
Ante las constantes críticas, YLB realizó una restructuración técnica y financiera del proyecto para reencaminar la obra que “está a poco tiempo de entrar en operaciones y que permitirá a Bolivia ingresar al mercado internacional con carbonato de litio de alta pureza y generar ingresos económicos para el país”.
Von Vacano, reiteró que es de esperar que el país y sus gobernantes estén a la altura de un nuevo escenario en el negocio del litio, donde la caída de su precio, la necesidad de ser más competitivos y la aparición de nuevos yacimientos, “ponen en evidencia que el triángulo del litio”, puede dejar de ser atractivo para los inversores.
El Deber