Desde 1980, el 27 de septiembre se celebra el Día Mundial del Turismo, una fecha destinada a concienciar sobre la importancia del turismo en los ámbitos social, cultural, político y económico. Además, busca subrayar la necesidad de promover un turismo más sostenible que beneficie tanto a las comunidades locales como a los visitantes.
¿Por qué se eligió esta fecha?
En 1979, la Organización Mundial del Turismo (OMT) proclamó el 27 de septiembre como el Día Mundial del Turismo para conmemorar el aniversario de la aprobación de sus Estatutos. La elección de esta fecha, celebrada por primera vez en 1980, no fue casual. Coincide con el final de la temporada alta de vacaciones en el Hemisferio Norte y el inicio en la mitad sur, marcando un momento crucial para la actividad turística a nivel global.
El turismo ha mostrado un crecimiento exponencial a lo largo de los años. Desde 1950, cuando se registraron 25 millones de desplazamientos internacionales, hemos llegado a más de 1,300 millones en la actualidad. En términos económicos, los ingresos por turismo pasaron de 2,000 millones de dólares a 1.26 billones, convirtiendo al sector en un pilar clave para muchas economías del mundo.
Lema 2024: Turismo y Paz
El lema del Día Mundial del Turismo 2024 es «Turismo, herramienta de paz». La relación entre turismo y paz se basa en el poder del sector para fomentar el diálogo intercultural, la tolerancia y la reconciliación. Viajar y conocer nuevas culturas permite desafiar prejuicios, crear lazos entre diferentes pueblos y promover una mayor comprensión mutua, aspectos fundamentales para la construcción de sociedades más pacíficas.
Turismo sostenible: un reto pendiente
Si bien el crecimiento del turismo ha sido notable, también ha generado nuevos desafíos, especialmente en términos de sostenibilidad. Las últimas celebraciones del Día Mundial del Turismo han hecho hincapié en la necesidad de viajar de manera responsable bajo lemas como «Viaja, disfruta, respeta», instando a los turistas a ser conscientes del impacto de sus acciones sobre el medio ambiente y las comunidades locales.
La realidad del turismo en Bolivia y en Yacuiba
En Bolivia, el turismo tiene un gran potencial para convertirse en una fuente significativa de ingresos y desarrollo. Sin embargo, a nivel municipal, especialmente en ciudades como Yacuiba, las acciones concretas para consolidar el turismo como un motor de reactivación económica han sido limitadas.
A pesar de su ubicación estratégica y su riqueza cultural, Yacuiba sigue siendo un diamante en bruto en el mapa turístico de Bolivia. Con paisajes impresionantes, una vibrante cultura chaqueña y una historia profunda, la región tiene todo para convertirse en un destino atractivo. Sin embargo, la falta de acciones concretas y planificación a nivel municipal ha dejado este potencial sin explotar. Mientras otras ciudades avanzan en consolidar el turismo como un motor de desarrollo, Yacuiba continúa atrapada en actividades que no logran posicionarla como un referente turístico, perdiendo así valiosas oportunidades de reactivación económica.
Yacuiba, con su riqueza cultural y natural, debería estar posicionada como un destino atractivo tanto para turistas nacionales como internacionales. Sin embargo, en lugar de capitalizar este potencial, las actividades turísticas locales muchas veces no están a la altura de las expectativas. Falta una visión estratégica que involucre a todos los sectores —público, privado, y la sociedad— para impulsar el turismo como una herramienta clave de generación de recursos.
Diversos sectores opinan que el turismo puede ser una vía para la reactivación económica, especialmente tras los efectos de la pandemia. Sin embargo, insisten en que es necesario un involucramiento activo de todos: autoridades locales, empresarios y la sociedad civil. Solo a través de una planificación sostenible, acompañada de políticas públicas adecuadas y una mayor inversión en infraestructura y promoción, se podrá aprovechar el potencial del turismo para generar empleo, mejorar la calidad de vida de las ciudades y atraer inversión extranjera.
Es fundamental que el turismo no sea visto solo como una actividad recreativa, sino como un motor clave para el desarrollo. Sin embargo, esto requerirá un compromiso serio y sostenido para transformar el sector en una verdadera fuente de ingresos que beneficie a todos.
El Día Mundial del Turismo nos recuerda que el sector tiene el poder de transformar economías, unir culturas y promover la paz. Pero para lograrlo, es necesario un cambio de enfoque a nivel local que priorice la inversión en infraestructura, la capacitación y una promoción efectiva, con el objetivo de que el turismo se convierta en una herramienta real de desarrollo económico.