Calle principal, luego calle Comercio. Yacuiba 1896. Foto del libro “Historia Natural E.G.L. del Chaco boliviano” del Padre D. Giannecchini. (Juan Castillo Ruíz. Frontera Sur, Mi Querencia. 2014).
Yacuiba en su “calle ancha”, que era el paso obligado de pasajeros en carretas toldadas, caballos o mulas, arreos de hacienda, pasajeros oriundos de Santa Cruz de la Sierra hacia Salta, Orán o Jujuy disfrutaba ya con un ambiente comercial importador muy reconocido, entre ellos: Carlos Holzer, Eliseo Crespo, Casa Trigo Gasser, Schweitzer, Zeller Billinger, panadería de Roque Sánchez, farmacia de Francisco Borzano, y otros que ponían de manifiesto en sus polvorientas veredas sus artesanales platería, lozas, porcelanas chinas, géneros y sedas de gran belleza industrial, churrasquerías, donde no faltaba nunca la acostumbrada coca. Caravanas de carros y carretas tiradas por briosas mulas acostumbradas al rutinario camino de herradura, partían con frecuencia hacia Embarcación, Rio Bermejo, Orán y Salta en la procura de abaste-cimiento de mercaderías de ramos generales.
De hacerlo hacia Santa Cruz al regreso importaban caucho, telas, platería peruana y boliviana. Algunos sirios libaneses, cargaban afanosamente sus carretas con todo tipo de mercaderías, y se introducían con sus carretas en la sequedad del Chaco, y regresando de él después de varios días de ausencia.
Por la noche en el Chaco se protegían en algún puesto, y de día, cuando el sol castigaba con su calor, se agazapaban bajo un frágil toldo de lona. Lo importante era vender y renovar la amistad con los lugareños. A su regreso descargaban en su almacén todo aquello que habían truequeado: carne charqueada, cuero de diversas especies, aves enjauladas, artesanías indígenas, hierbas medicinales…. (Vázner Castilla. Aguada del Zorro. 2011).
Calle Comercio y Campero 1968: derecha Casa Chávez, Uldarrico Gonzales. – Bar El Condor -al frente, cruzando la Campero, casa de madera de doña Guida Rua (hoy Casa Miriam). Esquina izquierda familia Reynoso Maire (hoy Hotel Paris y Restaurante TVO), al frente cruzando la calle Campero, Casa La Mundial de Juan Moisés (en construcción). Para mejorar el estado de la calle Comercio entre Campero y Sucre en 1970 se colocaron baldosas (laja natural) que no tuvieron la durabilidad esperada hasta que años después 1976, se colocaron losetas que hoy conocemos. (Juan Castillo Ruíz. Frontera Sur, Mi Querencia. 2014).
Es la arteria vital de Yacuiba. Su pulmón, donde respira afanosamente, presente y pasado, en un eterno impulso de vida. De perfil incierto y desparejo, en parte se ha detenido en los albores del siglo, con sus viejos aleros y sus casas de palo a pique. Por su calzada polvorienta, a ratos transita la gente con andar lento. De improviso, al lado de unos muros que son historia de tiempos idos, aparece la construcción moderna, que levanta su fachada limpia, alegre y sus vidrieras, que son tentación. En el escaparate de algunos negocios, variedad de mercaderías y etiquetas abigarradas en profusión nos ponen en contacto con otras expresiones del confort y la elegancia. Platería, loza, relojes y géneros, que hacen las delicias de las damas, con su policromía y belleza. Más allá chapas de profesionales. Heladerías y carteles luminosos, que años atrás era una fantasía soñar, se destaca especialmente en la calle del Mercado, que cual si fuera una estación de pasaje de gran ciudad, ve entrar y salir sin intermitencias, media población, que a diario atraviesa el dintel de sus puertas.
Desde las cuatro casas de adobe que aún se mantienen inhiestas, y que a principios de siglo le dieron aspecto de “calle grande”. Comercio fue siempre el punto obligado por las grandes citas con la historia del lugar. Revoluciones y peleas. Serenidad y arrebato. De todo vieron sus calles polvorientas. Sueños de gloria y sueños de amor. Ambiciones y fracasos, pasaron unas veces enhorquetados sobre un flete que fue estampa del pasado y en las ágiles camionetas que hoy cruzan raudas la calzada, saltando sobre los pozos, con total indiferencia de los muelles. Multitud de colectivos que hacen los servicios a Pocitos, se intercalan en el panorama con el continuo trajinar de su calle. […] ¡Entonces calle Comercio, tú que has visto el tiempo correr lentamente por los baches de tus aceras, mirarás con el rabillo de los ojos, esos carretones de bueyes que aun hoy, pasan como un pedazo de historia perdida en el deambular de los años! (Pedro Ángel Coto. Yacuiba. Retazos Pueblerinos. 2005).
DATOS o fuente YACUIBA:: UNA REGIÓN CON HISTORIA de WALTER A. del CARPIO BARROSO, derechos registrados.