En Bolivia, en promedio, se titulan alrededor de 41 mil profesionales al año en las universidades públicas y privadas. Sin embargo, solo el 24,39%, es decir, 10 mil, logran conseguir empleo
En Tarija, la falta de empleo y la creciente migración de profesionales hacia otras regiones se han convertido en temas que han prendido las alarmas. La Federación de Profesionales advierte que el índice de desempleo en la región ronda entre el 65% y 70%, y que los profesionales tarijeños se enfrentan a una falta de oportunidades que los obliga a trabajar en rubros ajenos a su formación, en el sector informal, o incluso a abandonar la región en busca de estabilidad económica.
Esta situación también mantiene en vilo al sistema público universitario, que año tras año continúa graduando a miles de profesionales, los cuales tienen dificultades al momento de buscar fuentes de empleo formal o de emprender, debido a la burocracia estatal y las tasas impositivas, que complican aún más la situación.
Falta de oportunidades
El presidente de la Federación de Profesionales de Tarija, Rodolfo Caballero, detalló que el cierre de empresas y la falta de obras en el departamento han afectado al mercado laboral. Indicó que según los datos de lo que antes era Fundempresa y ahora Seprec, por cada diez empresas que operan en Tarija, solo seis continúan activas, y de estas, tres han migrado a otros departamentos y las restantes operan en niveles mínimos.
Mencionó que esta situación ha golpeado directamente a los gremios profesionales, donde muchos se han visto forzados a ejercer trabajos informales.
El caso de los arquitectos es un ejemplo claro de esta situación. “Actualmente, solo el 30% de los arquitectos mantiene sus oficinas abiertas; el resto se dedica a rubros alternativos como el comercio, la albañilería o el servicio de taxi para subsistir”, aseguró Caballero, describiendo cómo esta realidad afecta a diferentes sectores profesionales.
Falta de políticas públicas
Desde el sistema universitario también se alzan voces preocupadas por la falta de políticas públicas que promuevan la inserción laboral de los nuevos profesionales. Carlos Salinas, ejecutivo de la Confederación Universitaria de Docentes (CUD) de las universidades públicas de Bolivia, subraya que el problema de desempleo afecta tanto a egresados de universidades públicas como privadas, además de los institutos técnicos.
“La falta de políticas nacionales claras durante las últimas dos décadas ha deteriorado la estabilidad laboral de los profesionales. La facilidad para encontrar trabajo se ha visto más ligada a funciones dirigenciales o actividades orgánicas dentro de organizaciones sociales, en lugar de depender del mérito profesional”, mencionó.
Además, señaló que la disminución del presupuesto universitario por parte del Gobierno ha tenido un impacto directo en la calidad educativa, lo cual impide preparar a los estudiantes para enfrentar un mercado laboral cada vez más limitado.
Salinas indicó que desde el ámbito universitario se han hecho llamados para revisar y fortalecer la política pública de empleo, pero hasta ahora no se han concretado acciones efectivas. “Año tras año vemos cómo se estanca la calidad académica, en gran parte por la falta de recursos y de políticas que promueven la inserción laboral de los profesionales”, afirmó.
La migración
Desde la Federación de Profesionales de Tarija señalan que la migración de este grupo y el subempleo en Tarija son reflejo de un problema estructural. Caballero advierte que la falta de inversión y el limitado crecimiento de la economía local han generado un entorno en el que cada vez menos profesionales pueden encontrar empleo en su área de formación.
Al respecto de este tema, El País ha intentado conversar con autoridades y exautoridades académicas, quienes han reconocido la difícil situación por la que atraviesa Tarija, pero han evitado ahondar en detalle.
La informalidad
Con anterioridad, ya se había advertido que Bolivia continúa liderando la tasa de trabajo informal en América Latina y el Caribe, según el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) titulado «Panorama Laboral 2023». Al tercer trimestre de 2023, el 80,8% de los trabajadores bolivianos se encuentran en la informalidad, una cifra alarmante comparada con el promedio regional de 48%. La situación es aún más grave entre las mujeres, con un 83% de ellas empleadas en la economía informal, frente al 78% de los hombres, las tasas más altas de la región.
En Tarija, esta realidad se percibe con mayor intensidad, esto producto del estado de recesión económica en la que se ha inmerso producto de la caída de los ingresos de la renta petrolera desde la gestión 2015, sumada la baja presencia de empresas privadas a comparación de departamentos del interior del país.
El analista y presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, explica que la pandemia y la actual crisis económica han empujado a un creciente número de jóvenes, mujeres y profesionales hacia la informalidad laboral.
Piden a las autoridades abordar la problemática
Ante la problemática por la falta de empleo, los profesionales y las universidades han coincidido al afirmar que están a la espera que el Gobierno nacional y los gobiernos locales puedan desarrollar estrategias que impulsen la creación de empleo. El ejecutivo de la CUD, Carlos Salinas, señala que la vía es la diversificación económica del departamento, así como la implementación de proyectos de infraestructura y fomento a empresas emergentes.
Considera que una estrategia a largo plazo debe incluir políticas de inversión, apoyo a la creación de empresas y el fortalecimiento de la institucionalidad para que Tarija no pierda más talento profesional.
El País