Después de los 30, el cerebro reduce gradualmente su número de neuronas; un fenómeno que lleva a una memoria menos aguda en la vejez. Sin embargo, no siempre se relaciona con una enfermedad neurodegenerativa, cuándo es crucial buscar atención médica
El cerebro cambia con la edad y va dando señales. Algunos olvidos son benignos y otros patológicos (iStock)
Se suele llamar al Alzheimer ‘la enfermedad de la memoria’, porque en su forma más típica empieza por olvidos. Entonces, cualquier falla de esta capacidad suele ser una preocupación. Sin embargo, es importante resaltar que no todos los problemas para recordar están relacionados con enfermedades degenerativas. Entonces, teniendo en cuenta que el cerebro cambia con los años, ¿cómo diferenciar un olvido normal de uno patológico?
El doctor Ricardo Allegri, jefe de Neurología Cognitiva de Fleni explicó a Infobae en una nota reciente: “Los olvidos son la forma de inicio de la enfermedad de Alzheimer, pero son también normales en el sujeto que envejece. De allí la importancia de diferenciar lo que es uno normal de uno patológico”. Es que con el aumento de la edad hay una declinación de las funciones cognitivas.
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“Los olvidos (pérdida de memoria reciente) y las anomias (no recordar los nombres) son algunos de los cambios cognitivos típicos del envejecimiento”, señaló. Por lo tanto, el cerebro cambia con la edad y va dando señales. En otras palabras, no es necesario entrar en pánico si se empieza a notar que la memoria no es tan aguda como solía ser; eso es sólo una parte del envejecimiento. Y tampoco es exclusivo de las personas que la sociedad considera “viejas”.
“Aquí hay un hecho muy deprimente: comenzamos a perder neuronas a los 30 años”, dijo el doctor Michael Rosenbloom, neurólogo del Centro de Bienestar Cerebral y Memoria de Medicina de la Universidad de Washington, Estados Unidos. “Con el tiempo, nos volvemos menos eficientes a la hora de aprender y recordar, y para mí, esto se debe al ciclo de la vida: cuando eres joven y estudiante, necesitas aprender más información y esos sistemas tienen que estar funcionando. Están a toda máquina, pero cuando envejeces, es menos crítico”, dijo.
Los expertos afirman que se comienzan a perder neuronas a los 30 años, lo que con el tiempo repercute en la capacidad de recordar (Imagen Ilustrativa Infobae)
El doctor Allegri agregó: “Como todos los órganos de nuestro cuerpo, el cerebro se enfrenta a la senescencia, que es el progresivo descenso en la eficiencia biológica no atribuible a una enfermedad; la dificultad creciente en la posibilidad de adaptación del organismo; la fragilidad aumentada y la mayor susceptibilidad a contraer enfermedades”.
Y continuó: “La senescencia está definida por los llamados ‘cambios relacionados a la edad’ que son parte del envejecimiento normal. Así, a nivel cerebral observamos una reducción del volumen y una pérdida neuronal, más marcada en algunas regiones como el lóbulo temporal y en los hipocampos”, afirmó Allegri. De esta manera, aunque el cerebro cambia con los años, algunos problemas de memoria pueden indicar algo más.
El doctor Allegri explicó: “En el olvido benigno, el sujeto no se acuerda de parte de una situación o una palabra y la recuerda posteriormente en forma espontánea o ante una ayuda. El sujeto está mucho más preocupado por los olvidos que su entorno. Un ejemplo es cuando uno está hablando y no aparece un nombre pero sí sabemos de quién hablamos. Al rato, manejando el auto, nos aparece espontáneamente ese nombre o alguna situación nos lo trae. Esto es un olvido normal”.
Los olvidos son la forma de inicio de la enfermedad de Alzheimer, pero son también normales en la persona que envejece (Imagen Ilustrativa Infobae)
En cambio, en el olvido patológico “la persona no recuerda una situación completa que no recupera posteriormente. Hay frecuentes reiteraciones de preguntas o comentarios. El sujeto está anosgnósico (no reconoce y minimiza lo que le pasa) y esto lo lleva a que su entorno esté mucho más preocupado que él. Un ejemplo típico es si yo fui a cenar anoche a la casa de un familiar mayor y hoy a la mañana lo llamo por teléfono y me dice: ‘Hace tanto tiempo que no nos vemos’. Este es un olvido patológico (no recuerda algo reciente ni la experiencia completa y no se facilitó con mi llamado)”, indicó el médico.