Cinco uniformados del Comando Estratégico Operacional de Lucha contra el Contrabando (CEO-LCC) perdieron la vida en la carretera a Argentina. En 2023, 16 miembros de esta fuerza murieron en el ejercicio de su misión en las fronteras.
“No fue un accidente”. Los cinco militares que perdieron la vida la madrugada del martes 9 de enero “fueron eliminados” por un grupo criminal organizado. Es más, el viceministro de Lucha contra el Contrabando, Daniel Vargas, señaló que hubo un plan para ejecutar a estos uniformados.
“Esto no ha sido un accidente de tránsito; esto ha sido planificado por personas, organizaciones criminales y delictivas que han cometido este tipo de actos contra cinco efectivos militares que estaban cumpliendo con el mandato constitucional de lucha contra el contrabando”, declaró ayer la autoridad a medios de prensa.
De acuerdo con un primer parte del Ejército, “hubo un accidente” de tránsito que fue atribuido al exceso de velocidad en inmediaciones de Campo Pajoso, en la carretera que une las poblaciones de Villa Montes con Yacuiba, donde está la frontera con Argentina.
Los militares victimados tenían su base de operaciones en Yacuiba donde está el paso fronterizo binacional y murieron cerca de Villa Montes, a unos 90 kilómetros de Argentina. Las autoridades creen que en esta población existen centros de acopio de mercadería ilegal y que ingresaron al país el mes pasado antes de la llegada del libertario Javier Milei a la Casa Rosada. El nuevo mandatario argentino aplicó varias medidas que encarecieron los precios de los insumos y alimentos que usualmente ingresan a Bolivia por la vía del contrabando.
Los uniformados fueron hallados en la camioneta Toyota con placa 4838-FGB, el vehículo en el que realizaban un patrullaje de control contra el contrabando.
Los militares que murieron presuntamente quemados. Se trata del subteniente Yamil Ricardo Argani Espinoza, subteniente José María Romero Chambi, sargento segundo Braulio Cayo Pacaje Mamani, sargento Vladimir Brayan Pacasi Flores, todos estos de Ejército y el sargento Ruddy Mendoza Vicencio, de la Fuerza Aérea.
“Se ha desplegado ya personal de inteligencia de las Fuerzas Armadas (FFAA) allá en Villa Montes. Se ha coordinado también con otras instituciones para que este hecho no quede impune. Vamos a realizar todas las investigaciones correspondientes hasta poder establecer quiénes han sido los autores intelectuales y materiales”, precisó el viceministro y destacó la existencia de audios atribuido a los autores del crimen.
El reporte militar señala que hubo un operativo a las 22:00 del lunes 8 de enero. Entonces, se secuestró mercadería de contrabando fabricada en Argentina y que era acopiada en el lugar para ser transportada a Santa Cruz de la Sierra, el principal punto de distribución de alimentos, bebidas alcohólicas e insumos de limpieza que llegaron como contrabando.
Tras la operación, la camioneta retornaba a Yacuiba, pero fue interceptada por al menos tres vehículos que obligaron al motorizado a orillarse, según las primeras revelaciones del personal próximo a las pesquisas. Fue en esas circunstancias en las que se produjo el “accidente”. El tanque de gasolina del vehículo que apareció quemado y siniestrado a la vera del camino estaba intacto y por eso se descartó que “el accidente por exceso de velocidad” como detonante de ese incendio.
La Policía y el Ejército colectaron del lugar del suceso algunos teléfonos de supuestos contrabandistas que se referían a la muerte de los militares. En uno de los audios un sujeto dice que “esos son, hay que hacer algo, se están quemado vivos esos. Tanto que hacen llorar a la gente estos maleantes, están ardiéndose como perros que son”. También la Policía detectó textos escritos por contrabandistas donde se hace conocer que estaban correteando a los militares de una camioneta roja que estaba transportando sustancias químicas. En los textos se identifica a dos hombres. “Dos y el otro en una camioneta blanca fueron al alcance para que puedan escapar de la camioneta roja que estaba con químicos. A él le estaban correteando los militares y este tipo pidió ayuda a su hermano”, dice una evidencia.
Para la Policía, los tres motorizados iniciaron una persecución a los militares luego de detectar su presencia en esa zona fronteriza. Durante el levantamiento de los cuerpos, tampoco se encontró el armamento de reglamento de los militares, fusiles livianos y pistolas para proyectiles de calibre 22, según los reportes de la pesquisa.
El viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, informó ayer que manejan varias hipótesis sobre la muerte de los uniformados. “Se están haciendo las pericias en las que participa el IITCUP (Instituto de Investigaciones Técnico Científicas de la Universidad Policial) y la Fiscalía”, explicó la autoridad. Evitó, eso sí, entregar otros detalles y hallazgos de la investigación en curso.
Tras ser recuperados de la escena del crimen, los cuerpos de los militares fueron enviados en un avión de la Fuerza Aérea (FAB) a La Paz y otros destinos para que sean sepultados con honores.
En 2023, según datos del Viceministerio de lucha contra el Contrabando, 16 militares perdieron la vida en ejercicio de su misión.