El economista Fernando Romero advierte una ralentización del crecimiento económico en todos los departamentos. El asambleísta Mauricio Lea Plaza señala que la tendencia es a empeorar
Información publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el Producto Interno Bruto (PIB) del país, sobre el comportamiento que ha tenido en la gestión 2022, da cuenta que en Bolivia hubo un crecimiento positivo del 3,48%. Sin embargo, el escenario para Tarija no es muy alentador, pues se advierte una contracción económica de -6,22%, el escenario es similar en Potosí que tiene -2,4%.
El INE define al PIB como la representación del resultado final de la actividad productiva del total de las unidades de producción residente de un país, en un tiempo determinado con la concurrencia de factores de la producción, propiedad de residentes y no residentes, y valorado en unidades monetarias.
Sin embargo, para comprenderlo mejor, el PIB nos ayuda a entender lo bien que le va a un país económicamente. Si el PIB es alto, significa que el país está produciendo muchas cosas y la gente generalmente está viviendo bien. Si el PIB es bajo, podría significar que el país no está produciendo tanto y la gente podría estar teniendo dificultades.
El PIB en Bolivia
El año 2019, gestión pre pandemia, Bolivia ha registrado un crecimiento de 2,22%. Pero en 2020, con la llegada del Covid-19 y la emergencia sanitaria, el PIB cae -8,74%, para la gestión 2021 esto intenta mejorar con un crecimiento del 6,11%, mientras que para el 2022, aunque ralentizado, igual logra crecer 3,48%.
Pese al crecimiento positivo, se puede evidenciar que el crecimiento del PIB en la mayoría de los departamentos ha sido leve y no refleja así los efectos de una “reactivación económica”.
Negativos Tarija y Potosí son los dos departamentos que registraron un PIB negativo en la gestión 2022
El presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija (CDET), Fernando Romero, señaló que los números positivos del PIB en 2021, son producto de la reapertura de mercados, normalización de la economía, políticas fiscales de gasto e inversión pública expansivas para tratar de reactivar a las naciones que estaban paralizadas por el Covid. Y no así porque los gobiernos hayan hecho cosas extraordinarias para reflejar este crecimiento.
“Ahora al 2022 se está aterrizando a tierra y hemos vuelto a enfriar nuestra economía, nuestra economía ha vuelto a desacelerar ¿qué ha pasado? En Bolivia del 6,11% de crecimiento en 2021 ahora tenemos un 3,48%. Esta es una situación que nos debe llamar a la reflexión, porque en la mayoría de los departamentos ha caído de manera llamativa su economía”, afirmó.
El PIB en Tarija
Por cinco años consecutivos Tarija registró una contracción económica, hecho que se dio desde el 2015 al 2020. Sin embargo, remontándonos al año 2019, el PIB tarijeño era de -5,97%; el año 2020 de -10,59%, pero en la gestión 2021 registró números positivos con un crecimiento del 2,53%, cuando el escenario parecía esperanzador, en 2022 nuevamente se registra una contracción de -6,22%.
Romero señala que el caso particular de Tarija, tiene una diferencia abismal con el resto de los departamentos, lo que refleja nuevamente que se ha ingresado en un proceso contractivo o de recesión económica.
El economista explicó que esta caída del PIB en Tarija tiene una estrecha relación con la caída de la actividad hidrocarburífera, ya que la declinación que hubo del 2014 al 2022, coincidentemente refleja la caída del PIB.
Romero detalló que en las actividades económicas como la agricultura, manufactura, gas, agua, construcción, comercio, transporte, establecimientos financieros y servicios de administración pública han registrado una contracción influyendo negativamente en el PIB.
El País