Es muy fácil dejarse llevar por los escandalosos para quienes el mundo siempre se está acabando. Los hechos nos cuentan una historia muy distinta.
Quizás por alguna razón evolutiva, los seres humanos prestan más atención a las malas noticias que a las buenas. Se ha comprobado que un artículo recibirá muchos más clics si el titular contiene lenguaje negativo. Tiene sentido porque la información negativa tiene el potencial de contribuir a nuestra supervivencia, mientras que recibir una noticia positiva solamente es agradable por un momento, así su utilidad es menor. Por esto es que la perspectiva de que el mundo está en ruinas es bastante popular actualmente, a pesar de que no tiene nada de verdad.
Obviamente existen graves problemas en el mundo. Guerras, hambrunas, calentamiento global, pobreza, todo tipo de injusticias, etc. Muchísimas personas se deprimen al enfrentarse a estos hechos. Sobre todo por un sentimiento de impotencia, ya que la gran mayoría no tiene el poder necesario para resolver o para al menos contribuir a resolver tales asuntos. Sin embargo, la mera existencia de una injusticia no es razón para deprimirse. Especialmente considerando que, en lo que respecta a la mayoría de factores, el mundo está mejor que nunca en todo sentido.
Para comprobar eso hace falta leer un solo libro de historia. Así podríamos notar qué difícil era existir en el pasado en comparación con como vive una persona promedio actualmente. Desde la perspectiva de un campesino medieval, vivimos como reyes. Por otro lado, si un trabajador industrial del siglo diecinueve viera cómo vive un trabajador promedio en occidente el día de hoy, se pondría muy alegre al darse cuenta de que todas sus demandas se hicieron realidad. A continuación proveemos las pruebas de por qué hoy se vive mucho mejor que nunca antes.
10. La mortalidad infantil se ha desplomado
En la antigüedad, la mortalidad infantil solía ser altísima. Casi rozando el cincuenta por ciento. Por eso las personas solían tener muchísimos hijos, sabiendo que aproximádamente la mitad no sobreviviría hasta la adultez. Gracias a varios avances milagrosos en múltiples ciencias, la medicina actual ha logrado que ese porcentaje se desplome, hasta el punto de que ya nadie teme dar a luz.
9. La alfabetización se ha disparado
Para 1820, casi el 88% de la población mundial era analfabeta. Para el 2022, el porcentaje era de 13%. Imagina vivir en un mundo en el que la mayoría de personas no sabe leer. Equivale a botar a la basura todo ese potencial humano para innovar. Las innovaciones científicas se vuelven costumbre cuando la mayoría goza de educación, y la sociedad actual es producto de ello.
8. La naturaleza está más protegida que nunca antes
Mientras que a comienzos del siglo veinte solo el 0,03% de la Tierra gozaba de un estatus de protección, en el 2023 el porcentaje es de casi 18%. Durante la Revolución Industrial, la conciencia ambiental era prácticamente inexistente. A pocas personas les importaba conservar el ambiente frente al potencial destructor de las nuevas maquinarias. Con el tiempo eso ha cambiado muchísimo, por eso el movimiento ambiental el día de hoy es más legítimo e influyente que nunca antes.
7. Menos personas fuman
Hace unas cuantas décadas, la mayoría de personas reportaban fumar diariamente. Hoy en día el porcentaje de fumadores se ha desplomado significativamente. Luego de que la industria del tabaco organizara importantes campañas propagandísticas tratando de convencer a las personas que fumar era una actividad saludable, el efecto de esos esfuerzos ha llegado a ser casi inexistente el día de hoy.
6. Más personas disfrutan de agua limpia
El acceso al agua limpia es vital para cualquier sociedad. Por gran parte de la historia, administrar fuentes de agua y distribuir el líquido en la población era un desafío muy complicado. Con el tiempo, la humanidad ha perfeccionado las técnicas que facilitan este proceso, hasta el punto de que la gran mayoría de personas el día de hoy tienen acceso asegurado a una fuente de agua segura.
5. Más mujeres tienen derecho a votar
En 1893, Nueva Zelanda se convirtió en el primer país en garantizar el sufragio universal para las mujeres. Para el 2023, todas las democracias del mundo habían seguido su ejemplo. Esto es producto de poderosas luchas sociales contra tradiciones opresivas que han ido perdiendo poder.
4. Menos muertes por guerra que nunca antes
Las guerras reciben toda la atención de los medios de comunicación, porque son eventos tan importantes como espectaculares. Por eso puede parecer que el mundo moderno siempre está saliendo de un conflicto bélico para inmediatamente entrar en otro. La realidad es que vivimos en el momento más pacífico de toda la historia, juzgando por los números de muertes por combate. Cada guerra es una terrible tragedia, pero es fundamental apreciar que esos conflictos son excepcionales el día de hoy, mientras que solían ser la regla en la antigüedad.
3. Menos derrames de petróleo que nunca antes
Los derrames de petróleo son un duro golpe para el medio ambiente. Por eso se encuentran bien representados en los videos sobre el cambio climático. Afortunadamente, estos lamentables eventos se han hecho cada vez menos frecuentes. Como dijimos antes, la consciencia ambiental que se tiene hoy en día es admirable y es responsable por las medidas que se toman para limitar los impactos de la industria en la naturaleza.
2. Menos muertes por desastres naturales
Mientras el número de desastres permanece más o menos igual, las muertes se han desplomado con el pasar de los años. Como es el caso con varios otros puntos de esta lista, avances en tecnología y por ellos en logística han permitido que sea posible anticiparse a los desastres, y hacen que los equipos de rescate sean cada vez más efectivos en su trabajo.
1. Menos personas con desnutrición
Se solía pensar que el mundo estaba al borde de la sobrepoblación, que llegaría el momento en que cada vez más personas estarían hambrientas, ya que los recursos del planeta no alcanzarían para tantas bocas. Lo que sucedió fue lo opuesto, cada vez menos personas sufren de desnutrición. En 1970 al 22% del mundo le hacía falta comida, en el 2022 ese número había bajado a solo 9%. Como pueden ver, nuestro mundo tiene problemas, pero también sobran las razones para celebrar lo lejos que hemos legado como civilización.
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