Con sus cacerolas vacías, las manifestantes denunciaron que en las últimas fechas solo salen 70 prendas por día, de más de 300 que solían lavar.
La protesta se da en el frontis de la Planta Carlos Villegas
Un gran número de mujeres de cinco comunidades de Yacuiba protagonizaron este martes un mitin de protesta en la Planta Separadora de Líquidos «Carlos Villegas», para exigir a la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos que les otorgue la ropa de los trabajadores para que puedan lavar, como lo hacían en pasados años.
Con sus cacerolas vacías, las manifestantes denunciaron que en las últimas fechas solo salen 70 prendas por día, de más de 300 que solían lavar. El costo que les pagan es de Bs. 3.16 por unidad, sin embargo, debido a la cantidad que les otorgan no alcanza para que al centenar de lavanderas les toque por lo menos una prenda al día.
La representante del gremio Francisca Arancibia califico el hecho de “humillante” y citó que ellas tienen que comprar los insumos para el lavado. La empresa (YPFB REFINACIÓN) incluso les sugiere que vayan a “la banda” (Argentina) para comprar detergente de contrabando.
“Nosotros exigimos a la empresa que nos devuelva todo el trabajo que veníamos haciendo antes de la pandemia. En una reunión anterior se quedó que a partir de este 2023 nos iban a aumentar (el costo) por cada prenda”, dijo Arancibia a Fides.
Arancibia explicó que la protesta se originó porque la planta exige que este servicio sea en máquinas lavarropas, situación que según las afectadas no llega a cubrir los costos del servicio.
La estatal petrolera acordó adjudicarles este servicio, pero por la cantidad que se otorga cada día no alcanza para que una lavandera le toque por lo menos una prenda por día. En consecuencia, se organizaron de tal manera que por grupos lavan una semana completa y luego ceden su turno a otras comunidades, con lo que vuelven a trabajar después de un mes.
Segundino Velásquez, dirigente campesino, lamentó la situación de este grupo ya que con la instalación de esta industria se realizaron promesas de empleo, sin embargo, la realidad muestra que estas mujeres deben mendigar por lavar ropa.
El Paìs