El policía Pedro Torihuano Saavedra que, la madrugada del viernes, mató a balazos a su esposa y a un vecino, en presencia de sus cuatro hijos, fue sentenciado a 30 años sin derecho a indulto, por los delitos de feminicidio y asesinato. Cumplirá su pena en la cárcel de San Roque de Sucre, a donde el hombre pidió su traslado con el argumento de que allí tiene familiares.
El fallo fue emitido por la jueza del juzgado sexto contra la violencia de la mujer, Vivian Balcázar Melgar, luego de hacer una valoración de los fundamentos que presentó la Fiscalía, a través de Néstor Torrez Tapia.
El imputado aceptó y se acogió a un procedimiento abreviado. Al final indicó que es la pena que se merece por el suceso dramático.
De acuerdo con los fundamentos de la Fiscalía, todo sucedió en horas de la madrugada de este viernes, en un inmueble por la calle Tembladerani del barrio El Dorado Norte. Allí el policía y su esposa ‘boleaban’ coca en su habitación. De pronto, se desató una acalorada discusión iniciada por el policía, que celaba a su esposa con el inquilino.
Durante la discusión, el policía se levanta y se traslada hasta el cuarto donde dormía su inquilino José Luis Choqueta Pinto. Le toca la puerta, sale el inquilino y el policía le pregunta si tenía alguna relación amorosa con su esposa. José Luis Choqueta le contesta que no; pero el funcionario policial carga su arma y le dispara hasta acabar con su vida. Luego regresa y se dirige donde su pareja y le dispara en la cabeza.
Tras el suceso el policía Pedro Torihuano Saavedra, trata de atentar contra su vida, pero es impedido por uno de sus hijos, que presenciaba el hecho dramático.
En la audiencia, el policía admitió su culpa y la jueza aplicó la condena. Declaraciones de los hijos a la Defensoría de la Niñez revelan que el hombre siempre ultrajaba físicamente a su pareja y madre de sus hijos. Incluso cuentan que una vez le rapó la cabeza, y cuando ella acudió a un banco para recoger un dinero, en la entidad financiera se lo negaron porque desconocieron su rostro.
El policía Pedro Torihuano admitió que tiene problemas y que varias veces asistió al sicólogo.
La jueza ordenó terapia sicológica intensa para los hijos menores, especialmente una niña de cinco años que quedó en la orfandad. También ordenó y reflexionó para que el Comando de la Policía, por lo menos una vez al año, exija a los policías acudir a consultas de sicólogos para que se eviten fatalidades como la ocurrida con esta pareja.