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Pese a optimismo del gobierno, el uso de yuanes en el comercio con China es de solo 4,6%

Pese a las declaraciones entusiastas de las autoridades sobre el uso de la moneda china en el comercio exterior con ese país, este mantiene niveles muy bajos, de menos del 5% del total, según estimaciones de Brújula Digital.

El comercio entre Bolivia y China alcanza a unos 3.334 millones de dólares anuales (2.546 millones de importaciones y 788 millones de exportaciones, según datos de 2022), con una cifra mensual promedio de 277,8 millones.

El uso del yuan, dijo recientemente el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, alcanzó en los últimos tres meses cifras equivalentes a 38,7 millones de dólares (12,9 millones por mes), es decir 4,6% del total del comercio bilateral con China.

En 2023 el comercio con el país asiático aumentará con respecto a 2022, dijeron las autoridades, y por lo tanto el porcentaje del uso de yuanes será aún menor.

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Si se toma en cuenta todo el comercio exterior boliviano, es decir exportaciones e importaciones a todos los países, el uso del yuan se vuelve ínfimo: Bolivia tiene un comercio exterior global de 26.702 millones de dólares al año (la suma de exportaciones e importaciones, cifras de 2022), es decir de 2.225 mil millones como promedio mensual. En ese caso, el uso del yuan equivale, con sus 12,9 millones de dólares al mes, al 0,58% del total.

Pese a ello, en una reciente declaración ante corresponsales de agencias internacionales, el ministro Montenegro mostró su entusiasmo: el país, dijo, sigue “un patrón a nivel de comercio internacional que está generando un aumento progresivo en el uso del yuan en el comercio exterior”.

Ante los corresponsales, el ministro dijo que las transacciones financieras en yuanes representaban el 10% del comercio exterior con China, cuando la cifra correcta es 4,6%.

Dos analistas económicos, Gonzalo Chávez y José Gabriel Espinoza, entrevistados por Brújula Digital, señalaron que reemplazar al dólar como moneda para el comercio exterior boliviano implica un proceso muy complejo y de largo plazo.

Chávez explicó que para usar al yuan en el comercio exterior primero se debe conseguir esa moneda, y que existen algunas maneras de hacerlo: uno, prestarse ese dinero de China, lo que aumentaría la deuda externa; dos, obtener inversiones adelantadas de China en esa moneda, cosa que no parece ser un plan considerado por las autoridades; y tres, que las exportaciones que hagamos a los países vecinos sean pagadas en yuanes, lo que es difícil ya que la moneda más usada es el dólar.

“Otra opción es que compremos yuanes en los mercados internacionales, pero para eso se necesita dólares. Esto es caminar en círculos”, dijo Chávez.

Chávez agregó que este “optimismo exagerado” del gobierno en el uso de los yuanes parece ser más una “acción propagandística” destinada a “bajar la temperatura por la falta de dólares que experimenta la economía actualmente”.

Por su parte, Espinoza expresó que el uso del yuan es una solución coyuntural a un problema estructural: la falta de dólares se debe a la baja de las reservas internacionales y al déficit fiscal crónico que vive el país desde hace 10 años.

Espinoza comentó que el yuan no es una moneda de libre convertibilidad, ya que está bajo control gubernamental chino.

“Para poder reemplazar al dólar con el yuan a nivel internacional tiene que pasar un tiempo largo, primero debe convertirse en una moneda libremente convertible y para que eso suceda China tiene que abrir su cuenta de capital”, expresó.

Para ello, agregó, tiene que reestructurar toda su deuda para evitar la fuga de capitales. Y eso no está en los planes del gobierno chino.

Las últimas cifras a nivel internacional revelan que el uso del yuan se ha duplicado en los intercambios comerciales entre países. Los datos publicados por Swift muestran que el yuan ahora representa el 4,5% de todo el mercado, frente a menos del 2% de hace un año. Por otro lado, el euro supone alrededor de un 6% de las transacciones comerciales a nivel global, dijo el diario español El Economista.

Sin embargo, agregó la publicación, el yuan representa todavía una pequeña fracción del peso que tiene el dólar, que es del 84,3% en 2023.

“Los temores estadounidense de que el yuan desplace al dólar son infundados”, argumentó recientemente el historiador económico británico Niall Ferguson al portal Business Insider, agregando que la “inercia” del sistema financiero internacional es muy fuerte.

“El dólar se ha mantenido durante décadas como la principal divisa de reserva y de transacciones mundiales, y los economistas afirman que puede pasar mucho tiempo antes de que cambie esa tendencia”, explicó.

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