La presencia de peces punteros en el río Pilcomayo abre paso a un posible levantamiento de veda. Sin embargo, la prohibición de pesca aún sigue vigente debido a la necesidad de proteger las poblaciones de sábalos.
Dimar Quispe, jefe de la Unidad de Biodiversidad, Conservación y Desarrollo de la Fauna (Codefauna) del Gobierno Regional de Villa Montes, informó sobre un descubrimiento significativo durante el cronograma de monitoreo técnico fisio-biométrico del sábalo en colaboración con la Unidad de Biodiversidad de Tarija.
Durante el tercer monitoreo, realizado el 26 de marzo, se registraron 52 especímenes de sábalo en la comunidad de Cutaiqui y Esmeralda en la llanura chaqueña del municipio de Villa Montes, evidenciando la presencia de peces punteros en el río Pilcomayo. Este hallazgo fue relevante ya que en los monitoreos anteriores no se habían encontrado sábalos en el Pilcomayo.
Los resultados obtenidos revelaron aspectos fisiológicos de los especímenes tales como un peso promedio de 1.200 gramos, una talla promedio de 44 centímetros y una grasa visceral promedio de 100 gramos. Además, el examen del sistema digestivo reveló la ausencia de partículas de alimentos, sugiriendo que los peces encontrados son migrantes, conocidos como «punteros».
Estos peces punteros son los primeros en llegar aguas arriba del río, marcando el inicio del ciclo reproductivo. Su presencia es fundamental, ya que precede al primer cardumen y son indicadores del inicio de la pesca comercial.
A pesar del hallazgo de peces punteros en el río Pilcomayo, es importante destacar que actualmente en el departamento aún está vigente la declaratoria de veda de pesca. Esto significa que la actividad pesquera está prohibida en la zona,
Asimismo, el caudal actual del río Pilcomayo no es favorable para la pesca, debido a las precipitaciones pluviales de los últimos días, así como también la corriente peligrosa. En este contexto, Codefauna continuará monitoreando el río para poder determinar cuándo se levantará la veda.
El Jefe de Codefauna de Villa Montes detalló los criterios técnicos considerados para decidir si se levanta o no la veda de pesca en el río Pilcomayo. Los monitoreos fisio-biométricos de las especies de sábalo recopilan datos cruciales para esta determinación.
Entre los aspectos evaluados se encuentra la talla de cabeza a orquilla en la aleta caudal, que debe medir al menos 35 centímetros, conforme a la Ley de Pesca del Gobierno departamental. Asimismo, se considera que los sábalos deben tener un peso de 620 a 720 gramos, sin vísceras.
Contaminación
La contaminación minera al río Pilcomayo aún es un tema pendiente, el Gobierno lo niega, la Gobernación dice que sí hay daño
Quispe explicó que el Bañado la Estrella es crucial en el desarrollo de los sábalos. Una vez alcanzada la pubertad, aproximadamente a los dos años y medio, los peces migran hacia la cuenca alta, recorriendo de 600 a 800 kilómetros en un período de dos a cuatro meses. En este lugar tranquilo y profundo, desovan.
Es importante destacar que la reproducción de los sábalos no implica contacto físico entre macho y hembra. Ambos expulsan sus gametos al agua, donde se produce la fecundación y eclosión de los huevos. Los meses de octubre, noviembre y diciembre son cruciales para este proceso y serán determinantes según las precipitaciones pluviales y la oxigenación del agua, indicó Quispe.
Aunque el macho puede liberar hasta 200.000 a 300.000 huevos, factores como la temperatura del agua, la oxigenación y la presencia de depredadores juegan un papel fundamental en la supervivencia de las crías.
Evaluación sobre la pesca en Villa Montes
En 2023, debido a la disminución de sábalos en el Pilcomayo, surgieron varias voces que proponían suspender la actividad pesquera por al menos tres años, al respecto Dimar Quispe destacó la importancia de una evaluación más profunda y que se debe considerar factores como las precipitaciones pluviales, el nivel de caudal del río y la conexión con los humedales. La cuenca del río Pilcomayo es tridepartamental y trinacional, y solo en Villa Montes afectaría a más de 8 mil familias que dependen de la pesca una vez se levante la veda.
El País