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La urea en picada y Bolivia también

(Vía: Cabildeo Digital / Amalia Pando)

El precio de la urea está en picada. De $us 925 por tonelada en abril de 2022 que fue la cotización más alta como efecto de la invasión Rusa a Ucrania, cayó a $us 322/ Tn. que se cotiza desde marzo de este año.

El ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, y la cúpula de YPFB insisten en el éxito de la planta de Bulo Bulo que según ellos está funcionando al 100%.

Tan al 100% que tienen los almacenes de esa planta repletos de producción que no pueden vender. Al mismo tiempo, la planta se ha vuelto a paralizar, aparentemente por la falta de gas, pero los trabajadores que nos informan dicen que además hay varios equipos dañados porque esta planta funcionó por muchos meses al 45 % de su capacidad cuando lo mínimo es el 75 %. 

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YPFB niega categóricamente esas denuncias pero le achaca todas las averías en esta planta, las que sufrió y pueda sufrir en el presente y futuro, a Jeanine Añez en cuyo gobierno se prefirió dejarla como la encontraron, es decir paralizada. 

El presidente Luis Arce se empeñó en ponerla a producir invirtiendo algunos millones de dólares en reparaciones y repuestos sin haber conseguido una solución definitiva. 

Esta es la única planta de 1000 millones de dólares que tiene que paralizar sus operaciones varias veces al año por “mantenimiento”. 

Hoy la pregunta es:  con la baja en los precios internacionales ¿cuánto pierde?

A este desventajoso precio de 322 dólares por tonelada, se agrega el costo de transporte que encarece el fertilizante de Bulo Bulo que debe recorrer más de 800 km.  hasta llegar al Brasil donde se vende el 77 % del total de su producción.

Este costo de transporte, que tiene que ver con la inadecuada ubicación de la planta, es un daño económico al Estado de algunos millones de dólares y posiblemente la razón porque la planta de Bulo Bulo es otro fracaso financiero que todos los ciudadanos bolivianos tenemos que cargar sobre nuestras empobrecidas espaldas.

Las coimas del exministro Juan Santos de casi 3 millones de dólares, son nada en comparación a lo que ocurre en el sector de hidrocarburos.

Juan Evo Morales Ayma debe responder por la planta de Bulo Bulo, por los 800 millones de dólares que pagó a la Samsung, en una chueca licitación, más otros gastos que subieron la inversión a 1000 millones, la más grande que alguna vez se hizo en Bolivia. 

Debe responder porque él en persona decidió construir esta planta cerca de la región cocalera y pretendió superar esos 800 km. que la separan de su principal mercado de exportación con una vía férrea de 13 puentes que nunca se inauguró por razones de corrupción.

Uno de los tramos de esta vía se adjudicó en 2013 a la CAMC manejada entonces por quien era la chica del presidente Evo Morales, la afamada Gabriela Zapata. 

El tramo adjudicado nunca se construyó a pesar de haber entregado a la CAMC un adelantado 30 millones de dólares que solo Gabriela sabe dónde fueron a parar. 

Después de la CAMC, este proyecto pasó a. manos otra empresa que también recibió adelantos y 10 años después esta vía férrea sigue en veremos. 

Además tiene un factor agravante que le costará al Estado otros millones de dólares. YPFB, gestión Evo Morales, decidió que el ancho de la vía, la trocha, sea métrica y no trocha estándar como en el resto del mundo, razón que explica por qué no es fácil conseguir durmientes y mucho menos acceder a un tren que deberá ser construido a medida, mucho más caro que los que se ofertan para trocha estándar. Y todo esto se lo debemos al señor Evo Morales que por cierto no tiene demanda alguna sobre la planta de Amoniaco y Urea de Bulo Bulo, tan defendida por Arce Catacora, tanto que pretende construir otra en El Alto, duplicando así la distancia que hay entre Bulo Bulo al Brasil que es el único gran mercado regional para los fertilizantes. Pero además, por si fuera poco, el gasoducto que viene de Cochabamba y que abastece con gas natural a las industrias paceñas, no dará abasto. Será otra planta sin gas como la planta de cemento de Potosí que costó casi 300 millones de dólares y que no funciona porque en su diseño no pensaron en un ducto para el de gas natural que la hace funcionar. 

¿Quién debe pagar por estos daños, por estos actos de presunta corrupción y confirmada irresponsabilidad nacional?

Por el momento es el pueblo el único que paga inclusive por los sobreprecios en la importación de diésel y gasolina y por los millones que se llevan como “premio” las importadoras de carburantes. 

Solo en Diésel, en el último año, ese sobreprecio habría sido de 723 millones de dólares, según denuncia del vocero del “evismo”, el exministro de Gobierno, Carlos Romero.

Si Ud. suma los sobreprecios y todas las inversiones inútiles o inoperantes, todas vía coimas, entonces encontrará una explicación de a dónde fueron a parar más de 14 mil millones de dólares de la Reserva Monetaria y los 37.500 millones de dólares de la renta petrolera percibida entre los años 2006 y 2019. 

Lo concreto es que hoy, después de 17 años de constante enajenación de nuestros recursos, no hay dólares, no hay diésel, no hay gas natural, cada vez menos reservas de oro, pero eso sí tenemos mucha, mucha más deuda interna y externa. Es la receta perfecta que irse por el caño, como Argentina y otros bien conocidos. 

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modified: Fri, 19 Apr 2024 00:07:44 GMT --> h":"0","linkTitle":"Ver m\u00e1s","linkTextAll":"Menu","linkText":"M\u00e1s"}