Expertos del sector afirman que se debe aprovechar la oportunidad para diseñar una nueva ley de hidrocarburos. Ven que para los privados no es atractivo invertir con las actuales condiciones
El ministro de Hidrocarburos y Energías (MHE), Franklin Molina, manifestó que se necesitarían entre $us 1.300 y 1.500 millones en inversiones para evacuar la producción del campo descubierto con el pozo Mayaya Centro X1, anunciado el lunes como un nuevo “megacampo” en una nueva cuenca hidrocarburífera en el subandino norte del país.
En un video colgado en la página oficial del MHE en Facebook, Molina explicó que la estatal YPFB tendrá que presentar un proyecto que incorpore los pozos delimitadores, construcción de facilidades, incluyendo plantas de procesamiento y ductos que se conecten a los ya existentes.
“Estamos hablando de que todo lo que significan las inversiones, podrían superar los 1.300 y 1.500 millones de dólares; pero, por otra parte, estamos hablando de que la renta petrolera que se puede estimar por este monto, podría llegar a 6.000 millones de dólares que, sin duda, son importantes”, expresó la autoridad.
Indicó que el pozo Mayaya X1 tiene una profundidad de 6.000 metros y que se ha calculado un potencial de 1,7 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas y que el potencial del campo podría llegar a «poco más de 6 TCF».
En ese sentido, el empresario del sector petrolero Carlos Delius manifestó que “es una buena noticia” el descubrimiento de una nueva cuenca, que podría convertirse en una nueva frontera hidrocarburífera al norte del país. Sin embargo, el aspecto económico será determinante.
“El hecho de que esté alejado de la infraestructura existente, va a poner presión sobre la ecuación económica, entonces eso a su vez debería impulsar a que se hagan los cambios necesarios para que YPFB pueda encontrar rentabilidad dentro de esa operación”, subrayó.
Delius advirtió que si la producción de gas es pagada, como está establecida actualmente -$us 1 para mercado interno y entre $us 6 y 7 por millón de BTU-, no existirían las condiciones de financiar el proyecto. Señaló que la planta procesadora se debería construir en el mismo campo y los ductos de evacuación tenderlos hasta el Chapare o Santa Cruz.
“Si se arma bien la ecuación económica de la monetización, yo creo que se puede encontrar financiamiento porque ya no hay el riesgo geológico (…). Es una oportunidad para empezar a acomodar todos los temas en el sector como ser los permisos, la burocracia, el sinceramiento de los precios. Debería impulsarse una nueva ley de hidrocarburos”, agregó.
«Demasiado optimistas»
Un exgerente de YPFB, quien prefirió mantener su nombre en reserva, recordó que hace 35 años se estudió la posibilidad de desarrollar campos en el norte de La Paz y Beni, pero se abandonó el proyecto, debido a los altos costos que demandaba la construcción de ductos hacia La Paz o Santa Cruz para exportar.
“Es una zona que nunca ha sido explorada, prácticamente, no tiene medios para poder conectarse con el resto del país; se tiene que hacer grandes inversiones en plantas, en ductos, que no sé si Yacimientos (YPFB) tiene la capacidad como para hacer esas inversiones”, apuntó.
En caso de optar por inversiones privadas, el exejecutivo propuso que se debe modificar la actual Ley de Hidrocarburos. “Pero tienen miedo a que la gente se rebele, pensando que se está regalando el petróleo y el gas a los capitalistas; pero si el Gobierno no vence ese temor, vamos a estar más embromados, como país”, consideró.
Añadió que “YPFB está soñando” y “es demasiado optimista” al anunciar que puede empezar a producir en tres años en Mayaya X1, como lo anunció su presidente, Armin Dorgathen. “Están soñando porque la perforación de un pozo demora un año y tiene que haber varios pozos (…). Son demasiado optimistas, no hablan técnicamente, hablan políticamente; tienen que hacer un estudio mínimo de prefactibilidad que por lo menos toma casi un año”, sostuvo.
El Deber