El Gobierno del presidente Luis Arce perdió este domingo a un aliado político clave con la victoria del populista de derecha Javier Milei, de ideas muy críticas a las tendencias de izquierda.
La presencia de Milei como presidente argentino es el peor escenario que podía esperar el oficialismo boliviano, considerando las duras posiciones de Milei con respecto a las tendencias progresistas del continente.
Los gobiernos peronistas fueron en el pasado un respaldo crucial para Evo Morales, que pasó en ese país su exilio tras haber renunciado y fugado de Bolivia en 2019. Allí fue visitado por dirigentes peronistas y de grupos sociales y mantuvo una relación cordial con el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner. Argentina también ha sido aliada del Gobierno de Luis Arce.
El peronismo ha sido en los últimos años uno de los puntales de los gobiernos denominados “Socialismo del Siglo XXI”, como los de Venezuela, Brasil y Bolivia.
El libertario Milei se consagró presidente de Argentina el domingo al vencer ampliamente en el balotaje al oficialista Sergio Massa, quien reconoció la derrota antes de conocerse los datos oficiales del escrutinio.
Milei obtuvo casi el 56% de los votos, contra el 44% de Massa y 2,8 millones más de votos.
En el contexto de una grave crisis financiera, la disputa entre el ministro de Economía Massa, un defensor moderado del Estado de Bienestar, y el economista Milei, que propone eliminar el Banco Central y dolarizar la economía, había generado un fuerte debate entre los argentinos.
“Milei supo leer el clima político y social, lo interpretó mucho mejor que todo el resto de la dirigencia política”, señaló a la Voz de América el analista y consultor Alejandro Catterberg, para luego agregar: “Ahora tendrá que navegar aguas muy movidas en la Argentina”.
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