Nacionales

Derrumbe del modelo Fassil: captaciones masivas, créditos rápidos y bienes raíces

Captaba ahorristas con sorteos diarios, daba créditos que otros bancos rechazaban y compraba inmuebles que convertía en agencias, hasta el día en que no hubo suficiente dinero para devolver a los ahorristas.

Captaciones masivas, créditos rápidos, algunos de ellos sin respaldo, y grandes inversiones en bienes raíces, eran parte del modelo que el Banco Fassil, ahora en proceso de extinción, usó para su veloz pero frágil crecimiento. Un gran número de agencias eran parte de su agresiva estrategia.

“El Banco Fassil tuvo una rápida expansión. Eso es innegable. Se llevó adelante a partir de una política muy agresiva de captación de recursos sobre todo en los últimos dos años; con tasas de interés pasivas altas, lo cual generaba una presión muy grande sobre el flujo de caja”, indicó el analista Gabriel Espinoza.

El viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, señaló que, al menos en el caso denunciado, hay pruebas de que la entidad aprobó créditos, aunque no había posibilidad de pago.

Captaciones masivas

Publicidad

“Tenía mi Cuenta de Ahorros Fabulosa. Por cada depósito tenía cupones. Ahora tendré que esperar a ver si podré recuperar mis ahorros”, señala una de las clientes del Banco Fassil. Con tristeza confiesa que ya hace años vivió un problema similar en la Mutual La Paz y luego en una estafa piramidal.

La historia de Banco Fassil se remonta al 12 de agosto de 1996, cuando operaba únicamente como Fondo Financiero Privado, enfocado en pequeños empresarios y microprestatarios. A finales de 2006, recibió un importante aporte de capital de la sociedad de inversiones Santa Cruz Financial Group S. A.

De acuerdo con sus memorias institucionales, no fue hasta 2014 que empezaron las actividades como Banco Fassil, “con un concepto de Banca Múltiple”. Parte de su estrategia era la captación masiva de clientes.

Entre 2017 y enero de 2022, las cuentas de depósitos subieron de 323.758 a 846.235. Una de sus principales herramientas para este crecimiento fue la denominada “Cuenta Fabulosa”.

“La Cuenta Fabulosa es sin duda la mayor promoción destinada a incentivar la bancarización y el ahorro que tanto requiere el sector financiero y el país”, señala el portal web de la entidad financiera.

Esta promoción empresarial estaba destinada a los clientes que tuvieran una cuenta de ahorros. Éstos podían participar en sorteos diarios de 20.000 bolivianos, de lunes a jueves, y de 200 mil bolivianos los viernes.

La promoción tuvo los efectos buscados, pues, de las más de 840 mil cuentas abiertas hasta enero del año pasado, al menos 340 mil se dieron en el marco de dicha campaña.

Al 31 de diciembre de 2021, de acuerdo a datos de la Autoridad de Fiscalización del Sistema Financiero (ASFI), el sistema bancario boliviano registró un incremento de 966.986 cuentas de ahorro, lo que representa un crecimiento del 8,65%. En el mismo periodo, el Banco Fassil presentó un crecimiento del 65,38%. Le seguía de lejos el Banco Unión, con un 11,51%.

“Esta captación estaba destinada sobre todo a inversiones de largo plazo, lo que generó un problema muy serio, porque gran parte de los recursos que iba captando eran recursos a la vista o en depósitos a plazo fijo de lapsos relativamente cortos”, afirmó Espinoza.

Añadió que esto generó un descalce muy fuerte entre el flujo de ingresos que tenía Fassil y las obligaciones que tenía con los clientes a partir de los retiros y otros movimientos.

Créditos rápidos y sin respaldo

“Hay créditos que rechazamos en otros bancos y que en Fassil tenían luz verde. Nos parecía raro y riesgoso porque si los clientes no logran pagar es un problema para el banco y el cliente puede perder lo que haya dado en garantía”, manifestó un asesor de crédito de uno de los bancos más grandes del país.

Previo a la intervención de Fassil, la Policía aprehendió a cuatro de los principales ejecutivos. La detención no se debía a la falta de liquidez para responder a sus clientes, sino por una denuncia de la ASFI, por un crédito millonario a un cliente que no tenía solvencia.

“Se trata de una demanda por un préstamo que se dio de manera dolosa. Se le otorgó 1,5 millones de dólares, cuando sólo podía optar a 21.000 bolivianos. Estamos certeros de que no tiene posibilidad de pago. Las pruebas son de carácter documental, como los cheques que permiten acreditar la salida de ese dinero”, señaló Aguilera.

La cliente que recibió el crédito, ahora es sindicada de cobrar cuatro cheques que los ejecutivos del Banco Fassil aprobaron sin ninguna observación. La joven presentó como respaldo un patrimonio de 5.000 dólares, declaró entre sus bienes dos televisores, una heladera, tres acondicionadores de aire y una cocina, bienes insuficientes para respaldar el préstamo. Además, presentó un certificado de trabajo que verifica un sueldo de 10.000 bolivianos.

“Era sabido que los créditos eran rápidos y muchas veces sin minuciosidad en el respaldo. Saqué un crédito con menos dificultad que en otros bancos, ahora mi preocupación es qué pasará con el pago de este mes, no quisiera entrar en mora”, afirmó uno de los prestatarios.

Inversiones en bienes raíces

El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, afirmó que si bien Fassil no tiene liquidez, no se encuentra en quiebra. Indicó que el banco tiene activos y patrimonio suficiente, en su mayoría en bienes inmuebles.

“En los círculos financieros siempre se comentó el crecimiento muy rápido y en poco tiempo, además que se estaba invirtiendo demasiado en bienes raíces. Hubo varios requerimientos de la ASFI para aumento de capital porque había problemas con la capacidad de endeudamiento”, señaló una fuente que pidió reserva.

En junio de 2021, el senador de Creemos Erik Morón observó los millonarios préstamos del Banco Fassil a un proyecto inmobiliario. Entonces cuestionó que pese a una baja en su calificación, la entidad financió más de 4.500 millones de dólares.

De acuerdo con los Estados Financieros de la entidad, Fassil tiene 1.401 millones de bolivianos en terrenos, bienes en uso y edificios. Estos inmuebles son los que fueron puestos a la venta para cumplir con sus clientes.

También llamó la atención que en cuanto los clientes no pudieron sacar su dinero en efectivo, muchos agentes inmobiliarios empezaron a ofrecer departamentos, casas y terrenos en venta por medio de transacciones entre cuentas Fassil.

La inversión en bienes inmuebles y bienes en uso también es verificable en la gran cantidad de agencias que la entidad abrió en infraestructuras propias. Muchas pequeñas están emplazadas en inmuebles y terrenos de gran tamaño, algo poco común para los bancos.

En estas inversiones también intervenía la empresa Santa Cruz Sociedad de Inversión en Bienes Raíces Sibra S. A., una de las accionistas de Fassil.

Intervención de ASFI

El pasado 26 de abril la ASFI intervino el Banco Fassil por el incumplimiento en el pago de obligaciones con sus clientes, faltas de liquidez y malas prácticas.

Quejas

Antes de la intervención, la ASFI recibió 61 reclamos de ahorristas que no podían sacar su dinero. La ASFI inició un proceso de inspección, exigió informes a la financiera y ésta declaró que “no contaba con los recursos”.

Bienes

Para poder responder a sus clientes, a través de un comunicado, Fassil puso a disposición del público la venta de sus bienes inmuebles. Se puso precios en bolivianos para “apoyar la bolivianización en el país”.

Querella

Un día antes de la intervención, el Ministerio Público ordenó la aprehensión de cuatro ejecutivos de Fassil por presuntos delitos financieros. El caso fue activado ante la justicia por la ASFI.

Detenidos

Ricardo Mertens Olmos, presidente ejecutivo; Jorge Arturo Chávez Vargas, gerente general; Hernán Suárez Vaca Diez, ejecutivo; Hugo Saucedo Camacho, subgerente.

Cierre

La ASFI posesionó a Carlos Alberto Colodro en el cargo de interventor del Banco Fassil. La intervención durará hasta que el ente regulador revoque la licencia de funcionamiento de la entidad.

La caída anunciada de Fassil

La caída de Fassil comenzó el 14 de marzo, cuando empezó a sufrir una escalada de rumores sobre una supuesta quiebra. Varios de sus ahorristas empezaron a retirar sus depósitos generando una falta de efectivo.

“Por años Fassil apostó por el mismo modelo de negocio, pero la situación económica se vino deteriorando y muchas de las inversiones que hizo a largo plazo estaban sobreestimadas en su rentabilidad. La pandemia, la caída de la actividad económica y un Gobierno central que absorbe mucha liquidez empujaron a que todo explotara tras el giro que dio la política económica del Banco Central para defender el tipo de cambio ante la escasez de divisas”, explicó Espinoza.

Añadió que todo lo mencionado, más los manejos irregulares señalados por la ASFI, hicieron que haya una imposibilidad de devolver los depósitos a sus clientes.

“Si bien el resto de las entidades financieras han sentido este golpe en la liquidez, hoy cuentan con los niveles adecuados. Todas las entidades han podido responder de manera adecuada a sus clientes, salvo en el ámbito cambiario, por razones externas. Pareciera ser que el sistema está relativamente estable y no está contagiado del problema”, dijo.

Más de 250 accionistas en el grupo financiero central

De acuerdo al último aumento de capital social de Banco Fassil, de febrero de 2023, la entidad financiera tiene cinco accionistas: Santa Cruz FG Sociedad Controladora S. A. (69,05%), Santa Cruz Financial Group S. A. (28,90%), Santa Cruz ASSET Management Sociedad Administradora de Activos S. A. (2,04%), Santa Cruz Sociedad de Inversión en Bienes Raíces Sibra S. A. (0,0001%) y Ricardo Mertens Olmos (0,0001%), quien presidía el directorio del Banco Fassil.

La mayoritaria, Sociedad Controladora, tenía el objeto exclusivo de dirigir, administrar, controlar y representar a las cuatro sociedades que conforman SCFG Grupo Financiero: Banco Fassil, Santa Cruz Securities, Santa Cruz Investments y Santa Cruz Vida y Salud.

Esta Sociedad Controladora entró en funcionamiento por la Ley N.º 393 de Servicios Financieros, que establece que los Grupos Financieros deben organizarse bajo una dirección y control común supervisada por la ASFI.

Aunque es la accionista mayoritaria y controla a las cuatro entidades mencionadas, ésta es una más de las siete sociedades anónimas que conforman Santa Cruz Financial Group S. A., que a la vez era la segunda accionista de Fassil.

Las otras sociedades son: Santa Cruz Sibra, Santa Cruz Sitec, Santa Cruz Telis, Santa Cruz Services, Santa Cruz Formadores y Arandu. Todas en distintos rubros, desde bienes raíces y tecnología, hasta marketing y comunicación empresarial.

Santa Cruz Financial Group S. A., de acuerdo a un aumento de capital publicado en la gaceta electrónica, tiene 255 accionistas, entre los que está Ricardo Mertens Olmos y la Sociedad de Inversiones La Sierra S. A.

Esta última es la accionista mayoritaria del grupo financiero matriz. Entre el resto de los accionistas están familias enteras, que también son accionistas de las otras sociedades anónimas.

$!La ASFI paralizó todo movimiento y plazo por 30 días.

El Banco Fassil tiene una lista de 22 ejecutivos. Cuatro de ellos fueron detenidos por presuntos delitos financieros denunciados por la ASFI.

Se trata de Juan Mertens, presidente ejecutivo del Directorio de Fassil; Hernán Suarez Vaca Diez, gestor de negocios; Jorge Chávez, gerente de banca mayorista; y Hermes Saucedo, subgerente de banca mediana empresa y productiva. Todos fueron acusados por uso indebido de influencias para otorgar créditos millonarios.

Página SIete

Te puede interesar