Una empresa que combina ingeniería con creatividad presentó a Séance Bot, un ouija con inteligencia artificial que emula interacciones con personajes aterradores como Drácula y el Hombre Invisible. Revisamos los detalles técnicos de la propuesta y una serie de antecedentes.
“Las sesiones de espiritismo son muy similares a las conversaciones con los chatbots. En ambos casos, no puedes ver a la entidad que tiene una cantidad inimaginable de datos. Además, no siempre puedes confiar en la información que te brindan”, dice a Hipertextual Sean Scanlan, director de Tecnología Creativa en Deeplocal, una empresa que acaba de presentar en sociedad a Séance Bot, una tabla ouija con inteligencia artificial.
Radicada en Pittsburgh, al noreste del mapa estadounidense, esa compañía se aboca al desarrollo de experiencias interactivas que “sirven para contar historias”. Según revelan, en el equipo hay ingenieros que pertenecen a la NASA, a Disney, al Departamento de Defensa y universidades. Se describen a sí mismos como “ingenieros creativos”.
“Comenzamos como un desprendimiento de un laboratorio de arte y tecnología que funcionaba en la Universidad Carnegie Mellon. Poco después, estuvimos al frente del primer uso de la robótica en publicidad”, comenta Alie Cooligde, directora de comunicación del grupo. Su referencia es a Nike Chalkbot, una campaña realizada hace más de una década, en la que un autómata escribió mensajes inspiradores en la cinta asfáltica, destinados a los ciclistas del Tour de Francia. Ahora, el ouija con inteligencia artificial procura conseguir la visibilidad de aquella y otras acciones de la empresa.
Cómo funciona Séance Bot, el ouija con inteligencia artificial
“Nuestros trabajos unen el mundo físico y el digital. En el caso del ouija, nos interesó incluir inteligencia artificial, una temática central este año”, señala Scanlan. El artilugio que desarrollaron conjuga una serie de tecnologías y encantos. El usuario se sienta frente a la tabla, hace una pregunta en voz alta, un programa reconoce la consulta, y sin intervención humana —al menos directa— aparecen las respuestas en la mesa. Aquí, el secreto del mago: la tablita se mueve con un sistema de imanes. Por lo demás, estas sesiones de espiritismo del siglo XXI involucran a personajes terroríficos, aunque ficticios. En ese sentido, la propuesta se enfoca más en la creatividad tecnológica que en los contactos fantasmagóricos.
¿Cómo surgió la idea para crear un ouija con inteligencia artificial?
Usualmente, nuestras experiencias con inteligencia artificial hacen que se sientan mágicas. Anteriormente, creamos un portal que transforma a las personas en dibujos animados, y una instalación con flores que se abren en respuesta a los movimientos de aquellos que visitan las instalaciones de Google en Nueva York. Hay muchos temas e historias que involucran magia y nos motivan a trabajar. La idea de crear el ouija surgió al pensar que siempre se cree que otra persona está moviendo la planchette, la tabla que se usa para marcar las letras y formar las respuestas. Pensamos: ¿qué pasaría si se moviera sola?
Sabemos que Séance Bot funciona con un modelo de lenguaje masivo (LLM, por sus siglas en inglés). ¿Puedes contarnos más al respecto?
Hemos realizado capacitación de sistemas personalizados para diferentes proyectos. Para este en particular, nos quedamos con una solución estándar, PaLM 2 de Google. Dado que queríamos comunicarnos con personajes populares del dominio público, había poco que un modelo demasiado avanzado pudiera agregar a la experiencia. Esto nos permitió centrarnos en la ingeniería para obtener respuestas interesantes y viables. También para dedicar más tiempo a la mecánica del tablero y a la experiencia del usuario.
¿Con qué personajes es posible contactarse mediante este ouija con inteligencia artificial?
Tal como señalé, todos pertenecen a tramas de ficción. En el listado están el monstruo de la Laguna Negra, el Monstruo de Frankenstein, Drácula, la Momia, el Hombre Invisible y el Hombre Lobo.
¿Puedes adelantarnos proyectos en los que trabajan?
Estamos particularmente entusiasmados con la tendencia hacia el comercio minorista experiencial, donde la tecnología y la creatividad pueden transformar las compras. Además, vemos un gran potencial en incorporar elementos lúdicos e interactivos a espacios hoteleros, conferencias y ferias comerciales. Finalmente, creemos que la experiencia de la sala de exhibición de automóviles está lista para reinventarse y estamos trabajando en ello.
Tecnología y datos para “contactar” a los muertos
Tal como señalamos, el ouija con inteligencia artificial de Deeplocal apunta más al entretenimiento que a los entusiastas de las ciencias oscuras. Sin embargo, el avance de esas tecnologías ha permitido —y se espera que profundice— ciertas experiencias para el vínculo con personas fallecidas. A priori, resulta alocado. Sin embargo, hay antecedentes. Por caso, el mismísimo Mark Zuckerberg deslizó esa posibilidad.
En una entrevista reciente con el podcaster Lex Fridman, el director ejecutivo de Meta dijo que los usuarios del metaverso podrían interactuar con muertos. Para mayor rigor, comentó que las conversaciones serían con avatares virtuales cargados con información de esas personas. “¿Es una posibilidad en la que realmente piensas?”, preguntó Fridman. El fundador de Facebook respondió: “Probablemente, puede haber formas de revivir ciertos recuerdos. Podría ser útil para aquellos que perdieron a un ser querido y están atravesando un duelo”. Luego, reconoció que esa tecnología podría ser nociva para la salud mental. “No soy un experto en esto. Creo que deberíamos estudiarlo y entenderlo en detalle”, cerró.
En 2020, antes del brutal éxito de ChatGPT, de la inteligencia artificial generativa y del flamante ouija con inteligencia artificial; una singular campaña en Estados Unidos usó una variante de la IA, las falsificaciones profundas o deepfakes, para “revivir” a un joven que fue asesinado en un tiroteo. Un video lo mostró abogando por el desarme. El muchacho frente a cámara no fue precisamente él, sino un émulo creado con aquellas tecnologías. En la ocasión, sus padres reconocieron que aquella fue una forma de “hacer hablar a alguien que nadie podrá ignorar”, y mencionaron que ha sido una “experiencia sumamente difícil”.
In 2018, Joaquin Oliver was shot and killed in the Parkland school shooting.
His parents used AI to bring him back to tell people how voting can prevent these kinds of tragedies from happening to any more families.https://t.co/BpK4zZkkbi pic.twitter.com/4Zj70f7Oid— Change the Ref 🟧 (@ChangeTheRef) October 2, 2020
Tal como señalamos anteriormente en Hipertextual, los chatbots para interactuar con el más allá no son exclusivos de la serie Black Mirror, que narra magistralmente esa posibilidad en el capítulo Ahora mismo vuelvo, de la segunda temporada. Más allá de las pantallas, un caso conocido en el terreno de las “conversaciones tecnológicas con los muertos” es el de la firma Replika. La misma fue creada por una mujer que perdió a un amigo en el año 2015, y desarrolló un programa que emula las interacciones apelando a mensajes de audio y voz que recopiló en una base de datos. Ese sistema lleva por nombre “Romanbot”, en homenaje al fallecido Roman Mazurenko, y se inscribe entre los denominados “griefbots”, que podemos traducir como “robots de pena o duelo”.
Un estudio de 2020 publicado por investigadores de la Universidad Oberta de Cataluña, en colaboración con la Universidad de Aalborg, en Dinamarca, abordó esta intersección. Las preguntas centrales: ¿es ético usar sistemas automatizados, como los griefbots, para recuperar a los fallecidos, aunque sea virtualmente? Sistemas similares al ouija con inteligencia artificial, ¿podrían obstaculizar los necesarios procesos de duelo?
Belén Jiménez Alonso, doctora en psicología y autora principal del estudio, dijo que esos sistemas “cumplirían una función psicológica, permitiendo a las personas interactuar de forma más sofisticada con el recuerdo de la persona fallecida”. La especialista añadió: “Es importante abrir un debate social sobre el duelo y la muerte (…) En nuestras experiencias, siempre ha intervenido la tecnología del momento, ya que antes se hacía de una manera analógica, a través de la escritura y de cartas. Ahora, las redes sociales o los chatbots son nuevas tecnologías que están transformando nuestra manera de enfrentarlo”, notó.
Scanlan, de la empresa que acaba de presentar su ouija con inteligencia artificial, opina al respecto que “hay muchas cuestiones éticas y morales sobre el uso de la IA”, y señala que esas preocupaciones son especialmente importantes si se usará la tecnología para “comunicarse” con personas reales que fallecieron. “Debido a estas preguntas y ambigüedades, elegimos deliberadamente personajes ficticios para mantener esto ligero y entretenido. Sin embargo, hay algunos casos de uso fascinantes que están comenzando a ser abordados, acerca de cómo podemos usar la inteligencia artificial para contactar de algún modo a los muertos. Esperamos ver cómo se desarrolla la tecnología y cómo se responden estas preguntas”, cierra.
terra