El mandatario aseguró que el futuro está en la industrialización. Remarcó que ante la crisis del dólar otros países recurren a la moneda china, pero llegó hasta ahí. Además, dijo que los casos de pederastia deben ser castigados “con todo el peso de la ley”
El presidente Luis Arce, al cumplir dos años y medio de gestión, emitió anoche un mensaje televisado en el que admitió que Bolivia atraviesa una crisis del dólar, mencionó el camino de otros países de usar el yuan como alternativa a la moneda estadounidense, aunque no profundizó en ello, y reconoció que su Gobierno está en deuda con la justicia.
El mandatario, en un mensaje que tuvo una duración de 24 minutos, defendió que Bolivia ha avanzado “pese a quienes quieren generar incertidumbre y generar inestabilidad, y lo hacemos junto al pueblo, que no quiere volver atrás, sino seguir adelante”.
Sin embargo, señaló que, “hay que reconocer que tenemos algunas dificultades. Un contexto internacional adverso que hace compleja la situación, pero quiero que estén seguros que así como hemos salido victoriosos de momentos muy difíciles, lo volveremos a hacer”.
Arce manifestó que “como países de la región enfrentan problemas de liquidez del dólar estadounidense”, pero remarcó que “en nuestro caso, como producto de la aprobación de la ley del oro, y de otras medidas que estamos asumiendo, las iremos superando paulatinamente”.
Entonces lanzó la idea. “Varios países, entre ellos Argentina, Brasil, países árabes y otros, ya están acordando con China, principal proveedor de manufacturas en el mundo, tranzar en yuanes chinos antes que en dólares estadounidenses, lo que es un reconocimiento objetivo de los cambios geopolíticos que estamos experimentando y del nuevo polo que se adelanta en el mundo”.
Pero llegó hasta ahí. Especificó que “para enfrentar estos cambios mundiales en nuestro país estamos tomando medidas, pero además debemos seguir profundizando la bolivianización, que ha sido y es una fortaleza de nuestro modelo económico”.
La justicia
Por otra parte, reconoció que “la transformación de la justicia es un tema pendiente, muy complejo de resolver y que arrastramos desde el nacimiento de Bolivia. Aquí debemos trabajar de manera conjunta escuchando al pueblo. Son los sectores más vulnerables y de menores ingresos los más indicados para mostrarnos el camino de esta transformación judicial, ya que padecen a diario las injusticias de este sistema”.
Complementó que esta transformación “exige un compromiso nacional con la justicia que no termina con las elecciones de magistrados y consejeros, ni en propuestas de reformas que no apuntan a solucionar los problemas estructurales que padece el pueblo, cuando busca justicia. Requiere de cambios profundos desde la formación de administradores de justicia, una carrera judicial que garantice independencia para dar tranquilidad a los ciudadanos respecto a su proceso”.
Mencionó que la modernización y el gobierno electrónico “lograrán resultados si el nuevo modelo de gestión que estamos impulsando en el país tiene como base la transparencia, el control social de la justicia, automatizando procesos y procedimientos orientados a dar mayor celeridad, así como un adecuado control y fiscalización que asegure el cumplimiento de normas y plazos por parte de los jueces”.
Se refirió a los casos de pedofilia y pederastia que “conmocionaron al país” y que tienen que ver con casos de sacerdotes jesuitas que violaron a decenas de jóvenes. “Condeno enérgicamente estos hechos, que no son errores, son conductas aberrantes contra nuestra niñez, a quienes más debemos cuidar como sociedad y por quienes debemos trabajar incansablemente. Por lo tanto, todas las instancias llamadas por ley deben investigar y castigar con todo el peso de la ley estos hechos delictivos”.
La industrialización
El presidente Arce apuntó a la industrialización como el camino que Bolivia debe recorrer para salir de los problemas que atraviesa, y como la fórmula de consolidación de su Modelo Económico Social Comunitario Productivo.
Mencionó la implementación de 130 plantas industriales e invirtiendo más de $us 3.600 millones para la industrialización que permita ahorros se importación de más de $us 500 millones.
“De manera histórica dimos el paso a la industrialización de la industria básica para beneficiar a más de 1.300 industrias nacionales.
Industrializamos los recursos naturales de manera estratégica, como la producción de urea, avanzamos en la industrialización de litio, dos plantas de biodiesel” y reiteró: “somos el Gobierno de la industrialización, con economía diversificada”
Indicó que Bolivia cerró la gestión 2022 con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3,5%. “En 2021, el crecimiento de nuestra economía superó el 6 por ciento y en la gestión 2022, alcanzó el 3,5 por ciento”.
El indicador del PIB, dijo, muestra un crecimiento de la actividad económica, luego de los efectos negativos de la pandemia por el covid-19 y la crisis económica, “que se vio agravada en el gobierno de facto de Jeanine Áñez. Ese año, durante el gobierno ‘de facto’, el PIB boliviano tuvo un descenso, al registrar una tasa de -8,8%”.
Para el año 2022, el Gobierno nacional proyectó un crecimiento del 5,1% del PIB. Arce definió el crecimiento del PIB como “un resultado muy importante”, pese a los “intentos de boicot a la economía y el funesto paro en la ciudad de Santa Cruz en la gestión 2022”. Además, destacó el crecimiento del PIB nominal que pasó de $us 40.703 en 2021 a $us 44.315 en 2022, “la cifra más alta de nuestra historia”. El PIB nominal expresa el valor monetario de la producción de bienes y servicios de demanda final de un país o de una región durante un período determinado de tiempo (normalmente un año) con el nivel de precios existente en cada momento. Es por esta razón por la que se utiliza la expresión PIB a precios corrientes.
El Deber