“Un gobierno con un enfoque más sensato habría controlado el gasto e invertido en asegurarse de que la bonanza del gas natural del país siguiera pagando las cuentas durante las próximas décadas”, advierte el reporte
En Bolivia se mantiene un tipo de cambio que está entre los Bs 6,86 y Bs 6,96 por dólar
Bolivia se encamina a la devaluación, default y caos. Esta es la lectura de Juan Pablo Spinetto, columnista de opinión de Bloomberg que cubre negocios, asuntos económicos y política de América Latina, cuyo análisis advierte que la otrora exitosa historia socialista de Sudamérica se ha derrumbado y considera que “lo peor aún está por venir”.
“Con reservas internacionales en alrededor de una décima parte de su pico de $us 15.000 millones de dólares en 2014, el gobierno del presidente Luis Arce está guardando cada billete de dólar y gramo de oro, deprimiendo la actividad, provocando escasez de combustible y avivando el malestar social, todo en nombre de evitar una devaluación de un tipo de cambio insostenible de 6,9 bolivianos por dólar”, apunta Spinetto.
Sin embargo, contempla que la devaluación es sólo una cuestión de tiempo y podría ocurrir a fines de 2025 o principios de 2026, aseveración que también fue lanzada por la analista Débora Reyna García, que cubre temas de Bolivia para Oxford Economics.
“La inflación anual se disparó hasta casi el 8% en octubre, la más alta desde la implementación del tipo de cambio fijo. La falta de dólares condujo a tipos de cambio paralelos, a una especulación febril con la moneda y a proveedores que exigían pagos en moneda dura, lo que equivale a la dolarización informal de la economía”, agrega el reporte.
Además, observa que las nuevas políticas económicas implementadas por el Gobierno son demasiado pequeñas y llegan demasiado tarde: estos desequilibrios se han estado gestando en Bolivia durante años, como resultado de la mala praxis política durante la era dorada del gobierno socialista de Evo Morales entre 2006 y 2019, cuando Luis Arce era su ‘zar económico’.
“Un gobierno con un enfoque más sensato habría controlado el gasto e invertido en asegurarse de que la bonanza del gas natural del país siguiera pagando las cuentas durante las próximas décadas”; sin embargo, esa estrategia gradual ya no es posible y lo que Bolivia necesita desesperadamente hoy es un enorme ajuste fiscal, una devaluación de su moneda y la refinanciación de su deuda externa con el apoyo del Fondo Monetario Internacional.
Según el análisis llevar adelante esto último puede ser un suicidio político para el gobierno socialista. Pero cuanto más espere Arce, mayor será el costo que estas medidas impondrán a los bolivianos. “La tragedia de Bolivia terminará en devaluación”, remarcó.
Desde el Ministerio de Economía emitieron una nota en la que se rechaza el vaticinio de esta tragedia y apuntaron que el Gobierno seguirá trabajando para proteger la economía de las familias bolivianas a través del Modelo Económico Social Comunitario Productivo, con las medidas destinadas a cuidar el mercado interno y avanzar en la industrialización con sustitución de importaciones.
Fuente: Unitel