La Revolución boliviana de 1952, también conocida como la Revolución del 52, cumple 71 años desde su inicio. Este proyecto político liderado por el partido Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), en alianza con liberales y comunistas, tuvo como objetivo implantar un nuevo modelo socioeconómico en Bolivia.
Mamerto Urriolagoitia, el presidente de Bolivia, entrego el poder a las Fuerzas Armadas, en lugar de aceptar la victoria electoral del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) en 1952. Esta decisión ha llevado a una insurrección popular y a una crisis política en Bolivia. La revolución ha sido liderada por el MNR y se ha logrado el voto universal, la nacionalización de las minas y la reforma agraria.
Tras la lucha de tres días y dos noches, las fuerzas revolucionarias han logrado la victoria el 9 de abril de 1952. El nuevo gobierno liderado por Víctor Paz Estenssoro ha incluido a varios sectores sociales y políticos, especialmente a los trabajadores mineros. La histórica revolución de aquel 9 de abril ha abierto un proceso político de 12 años y tres gestiones al mando del MNR en Bolivia. La radio ha sido un medio importante para informar a la población de las sublevaciones en varias regiones de Bolivia durante los tres días de la revolución.
Durante los 12 años de gobierno del MNR, se amplió la cobertura del derecho al voto en Bolivia, se llevó a cabo una controvertida reforma agraria que incluyó expropiaciones violentas, se estableció el control del Estado sobre los recursos naturales y la economía boliviana, y se incorporó al sector campesino y femenino a la vida política a través del voto universal.
La Revolución del 52 tuvo un gran impacto en la sociedad boliviana, ya que incorporó el indigenismo al debate sociopolítico hegemónico. A pesar de sus logros, la Revolución también tuvo deficiencias, como la violación de los derechos humanos en los campos de concentración establecidos en zonas de clima frío en los andes bolivianos.
Esta Revolución fue la única de las revoluciones sociales de América Latina que contó con el apoyo de los Estados Unidos y se desarrolló en el contexto de la Guerra Fría. Ideológicamente, el partido MNR se nutrió de varias corrientes de pensamiento, desde los nacionalismos europeos hasta el marxismo y el indigenismo.
La Revolución del 52 continúa siendo un tema relevante en el debate político y social boliviano y es recordada como un hito en la historia del país.