Regionales

Plantean un incremento salarial sectorizado por regiones

La COD reconoce la difícil situación económica por la que atraviesa el país y deja abierta la posibilidad a que el incremento sea adoptado en base a un criterio técnico, la prioridad es proteger las fuentes laborales

Frente al planteamiento realizado por la Central Obrera Boliviana (COB) de incrementar el haber básico en un 7% y al salario mínimo nacional en 8%, desde Tarija advierten que los aumentos en esta última década no han estado en función al crecimiento o inflación de la economía boliviana ni al comportamiento de la economía local, por lo que plantean que esta negociación pueda darse por departamentos.

La propuesta la hizo el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, y ha sido respaldada por la Federación de Empresarios Privados de Tarija (FEPT). Desde la Central Obrera Departamental (COD) señalan que el pliego petitorio presentado al Gobierno respecto a incremento salarial aún debe ser analizado en mesas técnicas, por lo que no se cierran a dialogar.

Análisis de Romero

Publicidad

Romero en su análisis sobre el pliego petitorio de la COB, argumenta que la inflación acumulada anual el 2023 fue de 2,12% y el crecimiento económico menos del 3%. Por lo que, de acuerdo a estos indicadores, el incremento salarial 2024 debería ser en el mismo porcentaje para mantener el poder adquisitivo de los ingresos de los bolivianos. Recordó que actualmente el salario mínimo nacional es Bs 2.362, y que con este posible incremento se llegaría 2.550,96.

Cuadro sobre la evoluación del incremento salarial en Bolivia

Recordó que los incrementos salariales durante el periodo 2006-2023, con el gobierno del MAS, el salario mínimo nacional aumentó en 372%; de cuales sólo el 22% de los incrementos salariales fueron menores que la inflación anual. El resto fue siempre mayor en 2, 3, 5, hasta 47 veces más que la inflación registrada, como se evidencia en el año 2009, cuando el incremento salarial fue de 12,1% pero la inflación apenas del 0,26%. El único año que no hubo incremento salarial (0%) fue el 2020, año de la pandemia, con el gobierno de Jeanine Añez.

Respecto a la relación del incremento salarial con el crecimiento económico anual, Romero indicó que solo en los años 2018, 2021 y 2023 el incremento fue menor que el crecimiento (17% del total); el resto de los años fue hasta cuatro veces más de lo que creció el Producto Interno Bruto (PIB). Detalló que, en el caso del año 2012, el incremento salarial fue de 22,6% pero el crecimiento económico del país fue del 5,1%.

Indica que lo idóneo para esta gestión, debido al acercamiento del Gobierno con el sector privado, es que se convoque a mesas técnicas de trabajo para determinar un incremento salarial equilibrado, que no afecte más las finanzas públicas estatales ni afecte al sector empresarial del país, que lidia con una presión fiscal, una economía informal y un contrabando que no da tregua.

“Hacer empresa y ser competitivo en el mercado es muy difícil en Bolivia, hay que recordar que las mismas generan miles de fuentes de empleo en el país, las cuales se pueden poner en riesgo con un incremento desmedido. Se debe buscar el bien común, la estabilidad laboral y evitar que se deteriore aún más la calidad del empleo nacional”, agregó.

En esa línea, sugirió que el incremento salarial sea sectorizado, por departamentos, considerando las tasas de crecimiento económico y de inflación de cada uno de ellos, tomando en cuenta las grandes diferencias que se tiene con las economías del eje central.

“Además, se debería implementar un incremento salarial en función a grupos, sectores o actividades económicas existentes, precautelando no cargar un peso fiscal muy grande sobre todo a los emprendimientos, microempresas y otras, que con un incremento de este tipo los llevaría a despedir gente, cerrar sucursales o simplemente a tener en negro a sus trabajadores”, apuntó.

El Pais

Te puede interesar