Una agente sanitario de Salvador Mazza fue víctima del robo de su motocicleta, elemento de trabajo fundamental para poder desplazarse hacia diferentes puntos de la localidad como agente sanitario. Sin embargo, la valiente trabajadora decidió tomar cartas en el asunto y emprender una aventura peligrosa para recuperar su medio de transporte.
Tras el robo en el patio del hospital de la localidad fronteriza de Salvador Mazza el sábado en horas de la tarde, el agente sanitario buscará su moto por su cuenta ya que ninguna fuerza de seguridad pudo dar con ella. Con gran valor y determinación, la trabajadora cruzó la frontera hacia Bolivia en la madrugada del domingo y se aventuró en barrios peligrosos de la localidad de frontera.
Gracias a algunos datos que habían obtenido, modificaron dar con el lugar donde tenían su moto, lista para ser enviada a la localidad boliviana de Villamontes. Con la ayuda de la policia boliviana, el agente sanitario reparar recuperar su motocicleta y regresar a su hogar con ella, lista para seguir trabajando y ayudando a la comunidad de Salvador Mazza.
La valentía y determinación de este agente sanitario es un ejemplo para todos, demostrando que aún en momentos difíciles, la honestidad y el coraje son valores que deben ser apreciados y admirados.

«Anduve toda la noche para hacer las cosas legalmente, por eso me fui a la Policía de Bolivia y no me quisieron ni tomar la denuncia, porque dijeron que al tratarse de un robo sucedido en la Argentina a ellos no les correspondía actuar. Anduve toda la noche haciendo averiguaciones, me recorrí los barrios 27 o 28 de Mayo en (San José de) Pocitos, en Bolivia. Ahí logré recuperarla y vi un montón de motos que roban en Argentina, una gran cantidad», detalló la valiente agente sanitaria.
«El que quiera recuperar su moto robada tiene que ir por sus propios medios, como hice yo. Lamentablemente, como es zona de frontera, dicen que no pueden hacer nada de un lado y del otro. Gracias a Dios, y por toda la difusión que se le dio al tema pude recuperar mi herramienta de trabajo», expresó.
Lo llamativo de la situación es que ninguna fuerza de seguridad actuó para resolver el robo y lo hizo esta joven, seguramente en su desesperación para recuperar su ciclomotor, pero también arriesgando su vida. Al menos ya se sabe en qué lugar están las motos que prácticamente todos los días roban en las localidades del departamento San Martín, cercanas a la frontera.
El Tribuno