
El salar de Uyuni es uno los destinos más visitados/Foto: ABI
La certificación abarca 160 destinos locales, nueve áreas protegidas, 17 rutas temáticas —como la Ruta del Vino y los Singanis de Altura— y 11 regiones turísticas
Bolivia avanza en la consolidación del turismo como motor económico. En el primer semestre de 2025, el sector generó 383 millones de dólares en divisas, cifra que confirma la tendencia de recuperación tras la pandemia y se suma a los 740 millones alcanzados en 2024, según datos oficiales del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural.
El anuncio se dio en el marco de la conmemoración del Día Mundial del Turismo, cuando el Gobierno certificó oficialmente 200 destinos turísticos del país, en un acto realizado en el Parque de las Culturas, en La Paz. El ministro calificó la iniciativa como un “hecho histórico” para el sector.

La certificación abarca 160 destinos locales, nueve áreas protegidas, 17 rutas temáticas —como la Ruta del Vino y los Singanis de Altura— y 11 regiones turísticas distribuidas en todo el territorio. Entre los lugares con mayor proyección internacional, Mamani mencionó al Salar de Uyuni, la Laguna de Colores, el Lago Titicaca, las Misiones Jesuíticas de Chiquitos, el Norte Amazónico, el Cerro Rico de Potosí, el Camino de la Muerte y el Gran Chaco Boliviano.
El ministro aseguró que el programa “200 años, 200 destinos turísticos”, lanzado rumbo al Bicentenario de Bolivia, busca posicionar al país en los mercados internacionales. “Si seguimos potenciando el turismo con calidad, seguridad y atención, podemos duplicar o incluso cuadruplicar los ingresos que genera este sector”, afirmó.
Los datos muestran una recuperación sostenida: en 2021 llegaron 166.000 turistas extranjeros, que dejaron 190 millones de dólares; tres años después, el número de visitantes casi llegó al millón y los ingresos se triplicaron. Pese a los bloqueos y conflictos sociales registrados en el primer semestre de 2025, el flujo turístico se mantuvo estable.
El Gobierno sostiene que el turismo genera un efecto multiplicador que beneficia a comunidades y emprendedores. “Cada turista que llega deja ingresos directos a familias bolivianas a través de la gastronomía, hotelería, artesanía y servicios turísticos”, señaló Mamani.
Como parte del proceso de certificación, los destinos reciben capacitación y asistencia técnica en coordinación con la Corporación Andina de Fomento (CAF) y otras entidades, con el fin de garantizar estándares de calidad y sostenibilidad.
Finalmente, Mamani invitó a respaldar la postulación de Bolivia como Destino Turístico Emergente Más Deseable del Mundo en los Wanderlust Travel Awards 2025, cuya votación permanecerá abierta hasta el 17 de octubre en la página oficial del certamen y en los canales digitales del Ministerio.
El Deber