Científicos analizaron la ingesta de gaseosas o jugos con azúcar en más de 90.000 mujeres. Los hallazgos se publicaron en JAMA, la revista de la Asociación Médica Estadounidense
El consumo diario de gaseosas con altos niveles de azúcar puede estar asociado a problemas de salud (Fotos: Getty Images)
Un estudio efectuado en más de 90.000 mujeres posmenopáusicas descubrió que las que consumían al menos una bebida azucarada al día se enfrentaban a un riesgo 78% mayor de desarrollar cáncer de hígado en comparación con las personas que consumían menos de tres raciones al mes de este tipo de bebidas.
“Nuestros resultados sugieren que el consumo de bebidas azucaradas es un factor de riesgo potencialmente modificable para el cáncer de hígado. Si se confirman nuestros hallazgos, reducir el consumo de bebidas azucaradas podría servir como estrategia de salud pública para reducir la carga de cáncer de hígado”, afirmó Longgang Zhao, doctor en la Universidad de Carolina del Sur de EEUU y autor principal del estudio.
“Sustituir las bebidas azucaradas por agua y por café o té no azucarados podría reducir significativamente el riesgo de cáncer de hígado”, agregó Zhao que forma parte de los expertos del Hospital Brigham and Women que llevaron adelante el estudio para analizar la asociación entre la ingesta de bebidas azucaradas y la incidencia de cáncer de hígado y enfermedad hepática crónica, así como la mortalidad por enfermedad hepática.
Los resultados fueron publicados en la prestigiosa revista médica JAMA.
Los investigadores evaluaron la ingesta de bebidas azucaradas durante 18 años en más de 90.000 mujeres (Getty Images)
“Hasta donde sabemos, este es el primer estudio que informa una asociación entre la ingesta de bebidas azucaradas y la mortalidad por enfermedad hepática crónica”, remarcó Zhao.
Así, el nuevo estudio publicado en la revista médica JAMA comprueba que el consumo diario de bebidas y gaseosas endulzadas, se asocia con mayor riesgo de cáncer de hígado y mortalidad por enfermedad hepática crónica. Es que el hígado, como otros órganos del cuerpo, puede verse afectado por lo que comemos o bebemos.
Y ahora, los expertos de la presente investigación afirman que unaalimentación poco saludable puede causar daños en ese órgano vital del cuerpo, empeorar su funcionamiento o aumentar el riesgo de enfermedades hepáticas.
Las bebidas endulzadas son aquellas que generalmente tienen azúcares añadidos, es decir los que se agregan durante el procesamiento de los alimentos, como ocurre con las gaseosas. En ese sentido, un nuevo estudio ha advertido que el consumo de una bebida endulzada o más, todos los días, puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de hígado y mayor mortalidad por enfermedad hepática, como fibrosis, cirrosis o hepatitis crónica.
En los últimos años, ha aumentado la incidencia de cáncer de hígado a nivel global
Aumento de los casos de cáncer hepático
La incidencia del cáncer de hígado ha aumentado considerablemente durante las tres últimas décadas en el mundo. Aunque factores de riesgo como las infecciones crónicas por hepatitis, el consumo de alcohol y la diabetes están implicados en la mayoría de los pacientes, aproximadamente el 40% de los casos de cáncer de hígado no se explican por factores de riesgo conocidos. Los investigadores del estudio trataron de averiguar si los factores dietéticos específicos podían desempeñar un papel.
El consumo habitual de bebidas azucaradas, como las gaseosas y las bebidas de frutas, se ha relacionado con diversos problemas de salud. Aunque la ingesta de bebidas endulzadas con azúcar ha disminuido en las últimas décadas, sigue siendo común.
Para el nuevo estudio, los investigadores analizaron los datos de 90.504 mujeres posmenopáusicas que participaron en la Iniciativa de Salud de la Mujer, un estudio a largo plazo lanzado a principios de la década de 1990.
Este es el primer estudio que informa una asociación entre la ingesta de bebidas azucaradas y la mortalidad por enfermedad hepática crónica
Las participantes completaron cuestionarios de referencia a mediados de la década de 1990 y fueron seguidas durante una media de 18 años. Los investigadores evaluaron la ingesta de bebidas azucaradas basándose en cuestionarios validados sobre la frecuencia de los alimentos y confirmaron los diagnósticos de cáncer de hígado utilizando los historiales médicos de las participantes.
En la muestra, el 7% de las participantes declararon consumir una o más raciones de 350 mililitros (una lata) de bebidas azucaradas al día y un total de 205 mujeres desarrollaron cáncer de hígado. Las mujeres que consumían una o más bebidas azucaradas al día tenían un 78% más de probabilidades de desarrollar cáncer de hígado y las que consumían al menos un refresco al día tenían un 73% más de probabilidades de desarrollar cáncer de hígado en comparación con las que nunca consumían estas bebidas o consumían menos de tres raciones al mes.
Los expertos afirman que si bien se necesitarían más estudios para determinar los factores y mecanismos que subyacen a esta relación, los investigadores afirmaron que un mayor consumo de bebidas azucaradas podría aumentar el riesgo de obesidad y diabetes de tipo 2, que son a su vez factores de riesgo de cáncer de hígado. Estas bebidas también pueden contribuir a la resistencia a la insulina y a la acumulación de grasa en el hígado, dos factores que influyen en la salud del hígado.
Los expertos piden aumentar el consumo de agua y disminuir el de bebidas endulzadas con azúcar o artificialmente Fotos: Getty Images
“El consumo de bebidas azucaradas, un factor de riesgo postulado para la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, puede impulsar la resistencia a la insulina y la inflamación, que están fuertemente implicadas en la carcinogénesis hepática”, apuntó Zhao, que aclaró que el estudio es observacional y no se diseñó para determinar si las bebidas azucaradas causan realmente cáncer de hígado o si el consumo de bebidas azucaradas es un indicador de otros factores del estilo de vida que conducen al cáncer de hígado.
Además, dado que el estudio se centró en mujeres posmenopáusicas, se necesitan estudios con hombres y mujeres más jóvenes para examinar las asociaciones de forma más exhaustiva.
También creen que se necesitan más estudios para validar esta asociación de riesgo y determinar por qué las bebidas azucaradas parecían aumentar el riesgo de cáncer y enfermedades hepáticas. Además, se necesitan más investigaciones para dilucidar los posibles mecanismos mediante la integración de la genética, los estudios preclínicos y experimentales y los datos -ómicos.
Infobae