El torneo, que se realiza en Montenegro, busca que el ganador supere las 117 horas en la cama
Comenzaron siendo 21 personas y sólo queda un tercio de los participantes en carrera (REUTERS)
Un grupo de siete personas continúa en la lucha por el título de “Ciudadano más perezoso” en un concurso anual que desafía a los participantes a permanecer acostados el mayor tiempo posible. El evento, que se lleva a cabo en un centro vacacional en el norte de Montenegro, se encuentra en su vigésimo día, con competidores decididos a batir el récord establecido en 2022 de 117 horas.
El concurso, que se inició hace 12 años por iniciativa de Radonja Blagojevic, propietaria del complejo vacacional donde se celebra el evento, busca desmantelar un estereotipo popular que cataloga a los montenegrinos como personas perezosas. En esta edición, los concursantes iniciaron siendo 21, pero solo siete han resistido, alcanzando hasta ahora las 463 horas de reposo.
Siete concursantes continúan en la competencia y buscan llevarse el premio mayor (REUTERS)
Los participantes, que se ubican en colchonetas, deben evitar cualquier posición que no sea estar recostados; levantarse o sentarse son acciones que conllevan a la descalificación inmediata. Sin embargo, cada ocho horas se les permite un receso de diez minutos para utilizar el baño. A pesar de la inmovilidad obligatoria, los competidores tienen la libertad de leer y utilizar dispositivos móviles y portátiles para pasar el tiempo.
Entre los competidores restantes se encuentra Dubravka Aksic, de 38 años, quien fue la campeona del año 2021. Aksic expresó que todos los competidores se encuentran en buen estado de salud y que están siendo bien cuidados. Por su parte, el novato en el concurso, Filip Knezevic, de 23 años y originario de la ciudad de Mojkovac, expresó su confianza en alcanzar la victoria y obtener el premio monetario de 1.070 dólares.
“Aquí tenemos todo lo que necesitamos, la compañía es fantástica, el tiempo pasa rápido”, aseguró el joven Knezevic.
Los participantes usan sus teléfonos dentro de una cabaña, durante un concurso satírico para burlarse de un mito popular que etiqueta a los montenegrinos como vagos (REUTERS)
Infobae