- Pesca en el lado boliviano del río Pilcomayo, el cual se extiende por tres países. | El Deber
Un dique de colas utilizado por la minería en el departamento de Potosí. | El Potosí
La cuenca del río Pilcomayo está contaminada con metales pesados que sobrepasan por mucho (hasta 190 veces) los parámetros internacionales máximos para garantizar la salud de la población, de acuerdo a una investigación periodística realizada por medios de Bolivia, Argentina y Paraguay.
En un conversatorio organizado por la Fundación para el Periodismo denominado “El Pilcomayo y los 15 años de datos ocultos sobre contaminación”, el periodista Daniel Rivera, del medio Acceso, explicó que con sus pares de El Tribuno (Argentina) y Última Hora (Paraguay) accedieron a datos reunidos por la Comisión Trinacional para el Desarrollo de la Cuenca del Río Pilcomayo. La información no es de libre acceso.
Después de analizar esta información que se basa en 56.622 mediciones realizadas entre abril de 2007 y agosto de 2022, se encontró que la cuenca del Pilcomayo está altamente contaminada por distintas causas.
El investigador ambiental del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib), Gonzalo Mondaca, presente en el conversatorio, manifestó que la cuenca ha sido “afectada por altos contaminantes”, los cuales tienen origen tanto antrópico (provocado por el ser humano) como natural (como la erosión).
“A eso se añade la actividad minera presente desde la época colonial en Potosí (que es donde están ubicadas las cabeceras de la cuenca)”, destacó Mondaca. “Los pasivos mineros no han sido controlados en su totalidad”, agregó.
Precisamente, el analista de datos que colaboró en la investigación, Mauricio Foronda, resaltó que en el norte de la cuenca (lado boliviano) se identificaron altos niveles de plata.
En opinión de Mondaca, esto puede explicarse porque en este sector (Potosí) operan cooperativas mineras con poco control y tecnología, recuperan lo que pueden y terminan liberando grandes cantidades de metales.
Los datos son preocupantes: en el 80 por ciento de las mediciones se encontró sólidos suspendidos por encima del valor referencial como saludable para el ser humano. La turbiedad está en 100 por ciento por encima del margen, lo que ocasiona la caída drástica de la fauna acuática que es el sustento económico de miles de personas.
En el 63 por ciento de las mediciones se identificó boro por encima de los parámetros, en el 20 por ciento encontraron plomo y en el 34 por ciento cadmio.
El último incidente
El 23 de julio de 2022, un dique de colas de una cooperativa minera que opera en Potosí se rompió, expulsó litros y litros con residuos tóxicos propios de su actividad en una vertiente del río Pilcomayo. Después de un estudio, el 19 de agosto, el Gobierno boliviano descartó cualquier contaminación por el incidente.
Rivera enfatizó que los resultados no son creíbles, pues en agosto y septiembre la presencia de metales pesados en el agua es nula, ya que estos se acumulan en los sedimentos. “Fueron a medir cuando sabían que no encontrarían nada”, denunció.
El investigador del Cedib respaldó las afirmaciones de Rivera y explicó que los metales pesados tienden a acumularse en el lecho del río y transportarse después en la época de lluvia que es a fin de año, y es cuando los contaminantes son arrastrados río abajo por el mayor caudal.
Mondaca resaltó que esta información no debería mantenerse bajo cuadro llaves, sino difundirse en especial a los afectados por la contaminación, es decir, los habitantes de la cuenca del Pilcomayo.
Sugieren estudios en humanos
La cuenca del Pilcomayo es compartida por tres países: Bolivia, Argentina, y Paraguay. En el país se encuentra en cuatro departamentos: Potosí, Oruro, Chuquisaca y Tarija. Hay 64 territorios indígenas en contacto con la cuenca, un aproximado de 1,1 millones de personas, casi uno de cada 10 bolivianos.
El investigador Gonzalo Mondaca manifestó que se deberían realizar estudios de contaminantes a los que viven cerca del río, ya que esto podría encender la alerta de un peligro que actualmente se repite en el norte del país, donde poblaciones indígenas están contaminadas por el mercurio utilizado en la minería aurífera.
Añadió que el acceso a la información y el intercambio de esta dentro el mismo Estado permitirá tomar mejores decisiones en las actividades extractivas.
Los Tiempos