Lo ideal es ajustar su consumo a pequeñas cantidades y con poca frecuencia. En una categoría similar entran las papas y las pastas. Por qué es conveniente mejorar los hábitos que prohibir alimentos.
“Somos lo que comemos”, dice una famosa frase y una investigación de un equipo de científicos de la Universidad de Harvard lo tiene muy claro.
Alimentos como el arroz, el pan o la papa son a simple vista saludables y el consumo nunca estuvo limitado, pero de lo que advierte este estudio es que la ingesta diaria de cualquiera de los tres puede incrementar en un 27% la posibilidad de sufrir diabetes de tipo dos.
Con esta información muchos se ponen en estado de alerta. En el caso de la papa, el almidón se metaboliza rápido y provoca un aumento de glucemia en la sangre, haciendo que el páncreas trabaje más.
Si hablamos de las pastas, lo que hay que tener en cuenta es su elaboración. Al fabricar la pasta, se eliminan elementos como el salvado o el germen, las principales fuentes de proteínas, y se le deja todo el protagonismo al almidón. Por esto, los expertos advierten que es mejor consumir pastas elaboradas con productos integrales. Ocurre lo mismo con el arroz, por lo que es mucho más sano si se utilizara el integral.
“Tratamos de no demonizar los alimentos con estos consejos. Buscamos, en cambio, mejorar las conductas para tener buenos hábitos”, advierte la médica diabetóloga Susana Fuentes (M.N. 92.619).
La dosis de estos alimentos hace al veneno
El término “venenos blancos” viene acuñado a estos productos junto al azúcar porque, como ya se sabe, este se encuentra presente en todos los alimentos procesados, contienen muchas calorías vacías que no aportan nutrientes esenciales y esto se convierte en una transformación de insulina en la sangre.
Según el blog organicastore.com esto causa efectos nocivos sobre nuestro metabolismo y puede originar enfermedades como cáncer, diabetes tipo 2, sobrepeso, obesidad y otros problemas hepáticos. Además, informa este espacio web, si el páncreas no puede controlar el exceso de insulina se puede desencadenar el aumento del colesterol y presentar un sistema inmunológico bajo.
“Pero realmente, lo más importante es seguir una dieta equilibrada donde se encuentren presentes todos los nutrientes sin necesidad de vetar ningún alimento”, insiste la especialista.
Todo en exceso es malo, pero si se controlan las cantidades y no se toman todos los días en exceso, el pan, el arroz, la pasta, las papas o el azúcar formarán parte de la dieta mediterránea, una de las mejores del mundo.
“Hay que tener siempre presente que hay que comer de todo para sentirse completamente sano. A la hora de elegir las comidas, hay que empezar a introducir variedad de alimentos donde predominen los productos frescos y se incluyan alguno de estos alimentos a modo de acompañamiento. Para verse bien, comer sano es el factor diferencial”, concluye fuentes.
tn